Sionismo
El sionismo es un movimiento político que defiende que el pueblo judío ha de poseer un Estado propio. Concretamente, en la Tierra de Israel; y con Jerusalén como núcleo urbano de este Estado.
Tradicionalmente, el pueblo judío ha estado muy maltratado, ha sido expulsado de muchos países y territorios, a la vez que ha estado perseguido por muchas ideologías. Incluso sometidos al exterminio por el Tercer Reich, en la Alemania Nazi. Fue en 1948 cuando, oficialmente, se reconoció a Israel como Estado independiente, como el país hogar de todos los judíos.
El sionismo ha sido el movimiento o ideología encargada de la defensa de que esto se hiciese posible. De que el pueblo judío pasara de estar perseguido y marginado a lo largo de la historia en numerosos territorios, a tener un espacio territorial propio. Un espacio en el que desarrollase su vida de forma independiente y al margen de inferencias externas.
El término proviene de sion, cuyo significado bíblico es el de Jerusalén, aunque al principio se refería a la fortaleza de los jebuseos. Con el tiempo su significado se ha delimitado a Jerusalén, como la tierra prometida de los judíos. Por lo tanto, el sionismo es la ideología o doctrina que promueve esta idea.
Origen del sionismo
Desde el siglo VI a. C., los judíos han sido sometidos al exilio de Israel, su tierra natal, numerosas veces. Algunas de ellas volvían a conquistar el territorio perdido y se asentaban de nuevo. Pero fue durante el siglo I y II cuando, por la opresión romana, se vieron forzados a abandonar Israel de forma definitiva. Y no sería hasta el año 1948 cuando, de forma oficial, se le otorgó un Estado propio en su zona de origen.
El sionismo como movimiento e ideología surgió a finales del siglo XIX. Soportado sobre el surgimiento de las naciones como unión de personas con una misma cultura, tradiciones, idioma, voluntad de vivir de forma conjunta, etc. Es decir, es el nacionalismo y la idea de nación la que inspira el movimiento sionista. Se atribuye a Theodor Herzl la invención del sionismo como ideología moderna, quien alentaba a los judíos a emigrar a la región palestina con el fin de fundar un nuevo Estado.
En un primer momento, la justificación del movimiento era política. Es decir, que los judíos constituían un grupo político, basado en que compartían una serie de rasgos comunes. Con el tiempo, también ha ido cogiendo peso la idea de grupo religioso, como seguidores del judaísmo. En resumen, las justificaciones de los defensores del movimiento sionista para constituirse en un Estado propio e independiente han sido bastantes y de diferente naturaleza.
Creación del Estado judío
Tras el holocausto nazi y al término de la Segunda Guerra Mundial, se hizo más incipiente la necesidad de crear un Estado para los judíos por parte de los sionistas.
Tras la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña se había quedado con la región de Palestina, conquistada al imperio Otomano, y sobre la cual ejercía un protectorado. A lo largo de la década de 1920, numerosas inmigraciones judías se sucedieron en el territorio, lo cual generó tensiones y revueltas. Ante las guerras internas entre árabes y judíos derivadas de esta inmigración y lo acaecido por el antisemitismo nazi, la ONU decidió realizar el reparto de la región.
La mayor parte de la región palestina se le concedió a Israel, proclamándose en 1948 el Estado judío. Y el resto del territorio se entregó a los países árabes de Egipto y Jordania. Al día siguiente, descontentos con el reparto, los árabes comenzaron una serie de guerras contra Israel. A consecuencia de ello, las fronteras se han ido modificando, ganando Israel la mayor parte del territorio. La parte árabe de la región se constituyó como país en 1988, llamándose Palestina. Fue reconocida por la ONU en 2012, pero muchos Estados no la reconocen como tal.