Sostenibilidad ambiental
La sostenibilidad ambiental es la gestión eficiente de recursos naturales en la actividad productiva, permitiendo su preservación para las necesidades futuras.
El desarrollo económico es una cadena que tiene varios eslabones y uno de ellos es el medioambiente.
Las empresas no pueden disponer de él como si fuera una fuente inagotable de recursos, aun cuando el fin que persigan sea satisfacer necesidades humanas, a través del consumo.
Los recursos naturales son limitados y su sobreexplotación o mal manejo puede derivar en que en el mediano o largo plazo no existan fuentes importantes de abastecimiento de elementos esenciales; como el agua, la energía eléctrica, la tierra, los árboles, etc.
El clima en la sostenibilidad ambiental
El factor climático es una oportunidad para la generación de actividad productiva responsable y eficiente, principalmente cuando se trata de las energías renovables. Es decir, aquellas que pueden generarse por medio de fuentes naturales y sin dañar al medioambiente.
De esta manera se han levantado sistemas de calefacción y electricidad, basados en la energía solar, o bien por medio de la potencia del agua.
En zonas lluviosas, los agricultores generan sistemas de racionalización del agua para asegurar el abastecimiento de regadío para sus cultivos y así, los diferentes actores que intervienen en el desarrollo económico ven cada vez con mayor profundidad las oportunidades que el medioambiente, a través del clima, entrega para el crecimiento económico.
La sostenibilidad ambiental y el desarrollo social
Gestionar con eficiencia los recursos naturales no sólo es importante para que estos no se agoten, sino también para asegurar la calidad de vida de las personas que podrían verse amenazadas por la explotación desproporcionada de estos.
Por ejemplo, si en un sector rural las personas no tienen agua potable y dependen de un pequeño pozo para abastecerse, alimentar a sus animales y regar sus cultivos, sería una amenaza que una empresa forestal plante árboles de eucalipto en las cercanías del pozo, dado que, por las características de este tipo de especies, consumen demasiada agua y probablemente el caudal del pozo no dé abasto para sostener la plantación de estos árboles y las necesidades de las comunidades aledañas.
En este caso, el riesgo es doble, porque por una parte afecta el abastecimiento de las comunidades, y por otra, se corre un riesgo de que el recurso del agua en esa zona se agote.
Esto puede generar una debacle social, porque obligaría a las personas a emigrar a otros lugares que cuenten con las características ideales para el trabajo rural, y de no encontrar ese lugar, migrar hacia las zonas urbanas, generando una despoblación de las zonas rurales y con ello, un cambio en las formas de vida de comunidades que por años han subsistido gracias a los recursos naturales.
La sostenibilidad ambiental y el crecimiento económico
Es importante precisar que el crecimiento y desarrollo económico no son lo mismo. El primero tiene que ver con aspectos cuantitativos; cifras de empleo, de producción, consumo. Y el segundo, con los aspectos cualitativos que lo interpretan.
Ahora bien, la sostenibilidad ambiental se relaciona mejor con el concepto de desarrollo económico, ya que pone adelante los métodos y prácticas que hacen posible que una zona o país crezca económicamente. Por lo tanto, acentúa su foco de atención en que los métodos utilizados por los sectores productivos no contravengan la preservación de los recursos naturales.
El crecimiento económico se traduce en cifras de las cuales es difícil saber a ciencia cierta cómo fue posible alcanzar esos resultados. Por lo tanto, preguntarse si en ello existe sostenibilidad ambiental es importante, porque como ya hemos mencionado, esta es una fuente de recursos limitados que si no se gestionan adecuadamente, pueden acabarse.
Las alternativas que hoy están a disposición del hombre para cuidar los recursos naturales están ancladas en la innovación, la responsabilidad social corporativa y la generación de modelos de negocio que incorporen el factor sostenible en su actividad económica.
Si más negocios y empresas siguen esta tendencia, se estará cuidando mejor los recursos que el ambiente entrega. Y, de esta forma, se asegurará la subsistencia de comunidades que dependen completamente de ellos en la actualidad, como también, de las generaciones que necesitarán de ellos en el futuro.