Parece ser que desde Estados Unidos no llegan buenas noticias para un producto tan emblemático como la aceituna española. El Gobierno que preside Donald Trump ha decido imponer un arancel a las aceitunas españolas, todo ello tras determinar que este producto recibe subvenciones y por tanto compite de manera desleal.
Es conocido el perfil proteccionista de Donald Trump en su política comercial. Continuando en esa línea, el gobierno de los Estados Unidos ha puesto sus ojos sobre la aceituna española. El nuevo arancel que deberá soportar este producto alimenticio oscilará entre el 2,31% y el 7,24%. Merece la pena resaltar que la investigación al sector de las aceitunas es una del total de 77 procedimientos por competencia desleal que desarrolla la Administración Trump.
Subvenciones y dumping
La imposición de semejante arancel es fruto del trabajo de investigación llevado a cabo por el Departamento de Comercio estadounidense. Recordemos que esta investigación se desencadenó a instancias de los productores de aceitunas de California, que se agrupan en la Coalición para el Comercio Justo de Aceitunas Maduras. Entre las empresas que conforman esta coalición se encuentran Bell-Carter Foods y Musco Family Olive.
Pues bien, el Departamento encabezado por Wilbur Ross ha llegado a la conclusión de que las aceitunas españolas no compiten en igualdad de condiciones. Esta postura se basa en las tesis de los productores californianos, que argumentan que las aceitunas españolas reciben importantes apoyos públicos mediante subvenciones.
El propio Wibur Ross ha declarado que “Estados Unidos valora sus relaciones con España, pero incluso los países amigos deben cumplir las reglas”. Así pues, el máximo responsable del Departamento de Comercio ha afirmado que se trata de una medida de carácter preliminar y que van a continuar analizando toda la información antes de tomar una resolución definitiva. Por el momento se ha establecido un arancel preliminar. Este impuesto se utilizará como recurso preventivo ante situaciones de dumping, es decir, prácticas continuadas que consisten en la venta de un producto por debajo de su precio de coste.
Consecuencias sobre los productores españoles
Precisamente este nuevo arancel no ha sido muy bien recibido entre las empresas andaluzas, las más perjudicadas por la decisión del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Los negocios de los productores españoles pueden resentirse y en consecuencia las exportaciones españolas, ya que en 2016, las exportaciones de aceitunas españolas a Estados Unidos alcanzaron los 70,9 millones de dólares.
Aceitunas Guadalquivir deberá hacer frente a un arancel del 2,31%, mientras que Agro Sevilla y Ángel Camacho Alimentación afrontarán aranceles del 2,47% y 7,24% respectivamente. Los restantes productores españoles asumirán un arancel preliminar del 4,47%.
Se espera que haya una resolución definitiva para el 4 de abril. En juego están los intereses contrapuestos de las compañías californianas Musco Family Olive y Bell-Carter Foods que se enfrentan a los productores andaluces. La batalla está servida en forma de litigio. Queda por ver quién se hará con el codiciado mercado estadounidense.
La imposición de un arancel a las aceitunas españolas no es la primera medida proteccionista llevada a cabo por el gobierno de Donald Trump. La Administración estadounidense ya impuso un arancel especial a los productos siderúrgicos que exporta España. Las perjudicadas por el arancel a la siderurgia son Global Steel Wire, CELSA Atlantic, Compañía Española de Laminación y ArcelorMittal España.