Las previsiones del Fondo Monetario Internacional brindan buenas perspectivas para Latinoamérica. Se estima que la región alcanzará un crecimiento económico del 1,2% para 2017, que llegará al 1,9% en 2018. Tras dos años marcados la recesión, profundizamos en las razones que han llevado a Latinoamérica por la senda del crecimiento.
Tras una contracción del 0,9% en la economía latinoamericana, el presente 2017 trae un crecimiento del 1,2%. Estas previsiones han mejorado dos décimas con respecto a las predicciones presentadas en julio. Y es que la mejora de la situación económica en países como México y Brasil tiene mucho que ver en estas perspectivas de crecimiento.
El crecimiento económico, una realidad en Latinoamérica
Merece especial atención el caso de Brasil, la economía más potente de Sudamérica, que tras pasar por una recesión en 2015 y 2016 consigue crecer al 0,7%. Los motivos de esta mejoría se deben a la buena marcha de las exportaciones, causada por la depreciación del real brasileño. También ha contribuido al crecimiento la mejora de la demanda interna brasileña. Ahora bien, Brasil tiene trabajo por hacer, pues preocupa la viabilidad de las cuentas públicas.
En México los principales problemas vienen de la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. A pesar de las dificultades por las que está pasando el tratado comercial, México ha obtenido unas perspectivas de crecimiento muy positivas, que actualmente se sitúan en el 2,1%.
Contrariamente a la política monetaria de Brasil, el peso mexicano de Brasil se ha apreciado un 10%, todo ello debido a una disminución de las tensiones con Estados Unidos y a un aumento de la confianza de los mercados.
Destaca el caso argentino, de una contracción del 2,2% han pasado a unas previsiones de crecimiento del 2,5%. Todo ello viene motivado por un aumento de los salarios, que ha propiciado un aumento del consumo. La inversión en obra pública y el empujón que han experimentado las exportaciones también han sido factores decisivos en el impulso del crecimiento económico argentino.
Chile no ha alcanzado unas previsiones tan positivas como Argentina. Los chilenos se enfrentan a problemas como la debilidad de su sector minero y una vulnerable inversión privada. A pesar de todo, 2018 trae horizontes alentadores, que prevén un crecimiento del 2,5%. Los recortes en los tipos de interés y el incremento de los precios del cobre ayudarán a alcanzar estas esperanzadoras previsiones.
Por lo que respecta a Colombia, se estima un crecimiento del 1,7%. Las razones de estas cifras se explican por un aumento del gasto dedicado a infraestructuras, una reforma en materia fiscal que fomenta la inversión y la estabilidad política que brinda el acuerdo de paz alcanzado con las FARC.
Retos y dificultades
A pesar de los buenos augurios para Latinoamérica, el informe emitido por el FMI muestra que los bajos precios están suponiendo dificultades para los países que exportan materias primas y energía.
Entre los países con mayores dificultades en la región encontramos a Venezuela. El país presidido por Nicolás Maduro está inmerso en una recesión del 12%. Venezuela está atravesando una crisis económica, política y humanitaria, lo que le está llevando a sufrir una inflación del 650% que llegará al 2.350% el próximo año.
El FMI espera que la actual situación permita continuar con el camino del crecimiento y que permita fortalecernos de cara a posibles recesiones económicas. Por otro lado, se ha insistido en la necesidad de llevar a cabo medidas que mejoren la competitividad y la inversión capital humano.