Parece ser que el nombre de Amazon no solo genera preocupación entre las empresas que compiten en el sector del comercio electrónico. Y es que Amazon, el coloso de la distribución está ofreciendo servicios financieros y en el sector bancario empieza a cundir la inquietud por tener que enfrentarse a un temible competidor.
Los últimos movimientos de Amazon, en lo que a servicios financieros se refiere, sitúan a la empresa en lugares como México e India. En ambos países, Amazon ofrece al cliente servicios de pago mientras se relaciona con empresas que ofrecen tecnología financiera. Precisamente esta clase de maniobras son las que preocupan a la banca tradicional.
Nuevos servicios financieros
Por ser más concretos, en India, Amazon ha habilitado al cliente un servicio de retirada de efectivo mediante el cual se puede ir cargando dinero en un monedero electrónico. En lo referente a los contactos con empresas emergentes dedicadas a la tecnología financiera, Amazon ya ha suscrito acuerdos con Bankbazaar y Envantage Payments. Llama la atención que en México, los consumidores dispongan ya de tarjetas físicas que suponen toda una alternativa a las tradicionales tarjetas de crédito y de débito.
Todo esto causa recelo en los bancos aunque Amazon no ofrezca servicios financieros convencionales. No obstante, destaca que en Estados Unidos Amazon haya prestado más de 3.000 millones de empresas. Más allá de los préstamos a pequeñas empresas, ya hay 33 millones de estadounidenses que en lugar de recurrir a un banco, utilizan el sistema de pagos de Amazon.
La clave está en las fintech
La banca se siente amenazada. Las entidades tradicionales se han quedado rezagadas en la llegada al mundo digital. Solo les queda una alternativa: renovarse o morir. Visto el desarrollo de Amazon, es vital que apuesten por las fintech o tecnologías financieras si no quieren quedarse descolgadas en el negocio digital. No adaptarse a las nuevas tecnologías financieras supone un grave problema, pues las entidades tradicionales verían amenazado nada más y nada menos que el 25% de su negocio. Las áreas de negocio bancario que más sufrirían el desarrollo del negocio digital serían la gestión de activos y patrimonios, la banca de consumo y los tradicionales sistemas de pago.
Ahora bien, estos nuevos gigantes tecnológicos pueden suponer una amenaza, pero en su contra tienen que carecen de la experiencia y de los recursos suficientes como para poder desbancar las entidades financieras convencionales.
Otro posible competidor a mencionar es Facebook, que desde 2015 permite llevar a cabo envíos de dinero y transacciones. Por su parte, Amazon, a través de Prime Reload, da un bono del 2% a quienes utilizan la tarjeta de débito para transferir dinero de una cuenta bancaria a un balance de Amazon. Tampoco debemos olvidarnos de Google, que a través del servicio de Google Wallet facilita los pagos mediante el uso del teléfono móvil.
¿Qué significa esto? Que empresas de tarjetas de crédito tradicionales como pueden ser MasterCard o Visa verán mermados sus ingresos por cobro de comisiones.
¿Cuál puede ser la solución para las entidades financieras tradicionales? La salvación o la apuesta adecuada parecen llegar de la mano de las denominadas fintech, al tiempo que se adaptan al negocio digital.
Queda claro que quien mejor se implique en el reto que suponen las nuevas tecnologías logrará mayores ventajas competitivas.