Tras décadas de hegemonía en la economía mundial, surgen con fuerza alternativas al dólar. ¿Cómo puede afectarte? ¿Tiene impacto en tu economía personal y en tus inversiones?
En este artículo voy a hacer un análisis acerca de este cambio de rumbo en la economía mundial.
El uso del dólar en el mundo
El uso del dólar en el día a día es importante, pero la influencia de la moneda de Estados Unidos no termina ahí
Como todos sabemos, el dólar es la moneda hegemónica en el mundo al menos desde mediados del siglo XX. Es la divisa de referencia en gran parte del comercio y las finanzas internacionales. A primera vista, parece lógico pensar que el dólar también tiene un impacto sobre nuestras finanzas personales, ¿no?
Claro que también podrás creer que todo esto no te afecta, si en tu país nadie compra o vende en dólares. Y si el mundo está dejando de usar el dólar, asunto suyo. Esta idea es bastante habitual en muchos europeos, que rara vez usan una moneda distinta del euro, y nunca han tenido un dólar en la mano salvo cuando salen del Viejo Continente. Pero es un error.
¿Por qué? Bueno, podríamos decir que el uso del dólar en el día a día es importante, pero la influencia de la moneda de Estados Unidos no termina ahí. Ni de lejos. Y algunos de sus usos afectan a casi todo el mundo.
Por ejemplo, en el sector energético, la mayor parte de los contratos se hacen en dólares. Eso significa que los precios de referencia también están en esa moneda. Y si vives en un país donde el petróleo es importado y el dólar sube contra tu moneda, puedes tener un problema.
Así, es probable que creas que todo esto no te afecta, que vives con euros o la moneda de tu país y que una subida del dólar no tiene nada que ver contigo. Pero luego puede que vayas a la gasolinera a repostar y pagues más que la semana pasada, y te preguntes por qué. Aquí tienes el motivo.
De hecho, puede que acabes buscando alternativas para proteger tu dinero de la inflación, como explicamos en Economipedia. Y todo ello, por una simple subida del dólar.
El dólar y los tipos de interés
Cuando cambian los tipos de interés en Estados Unidos, se ven alterados los flujos comerciales y de inversiones en el resto del mundo, y también sus propias tasas de interés
Otro ejemplo son los tipos de interés. Como hemos explicado en otra publicación, muchos bancos centrales del mundo tienden a alinear su política con la de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
No vamos a entrar en detalle, pero básicamente se resume así: cuando suben los tipos de interés en Estados Unidos, las inversiones allí son más rentables. Los inversores internacionales sacan su dinero del país donde lo tengan y lo llevan a EE. UU. Esto hace subir al dólar contra otras monedas, alterando los flujos comerciales de los países.
Los demás países ven cómo se les van las inversiones y sus monedas se devalúan, así que, como te podrás imaginar, no se quedan de brazos cruzados. Buscan formas de seguir siendo atractivos para los inversores internacionales, pero, ¿cómo pueden conseguirlo?
Hay muchas soluciones, pero una de ellas es subir también ellos los tipos de interés. De esta manera, si has invertido en bonos de renta fija al 1 % en tu país y en Estados Unidos los tipos suben al 3 %, puede que te interese llevar allí tu dinero. Pero si tu banco central también sube los tipos, es mucho más probable que quieras quedarte.
Todo esto se quedaría en un dato interesante para los que invierten en los mercados financieros, pero claro, el impacto de los tipos de interés va mucho más allá. De hecho, afecta prácticamente a todo el mundo.
Si tienes ahorros, esto puede ser una buena noticia para ti, ya que los bancos suelen compensar mejor los depósitos. Si tienes deudas o estás pensando en tomar un préstamo, todo lo contrario, ya que pedir prestado se vuelve más caro que antes. ¿Ves cómo nos afecta lo que pase con el dólar?
¿El mundo está dejando de usar el dólar?
La irrupción de las criptomonedas no supone pasar de una divisa a otra, sino cambiar el propio concepto de lo que es una moneda
Como te puedes imaginar, esta hegemonía mundial del dólar otorga una gran influencia al gobierno de Estados Unidos, que respalda esta moneda. Esto no ha pasado desapercibido para nadie, así que otros gobiernos intentan promocionar el uso de sus propias divisas.
El caso más claro de esta tendencia quizás sea China, que ya ha empezado a usar el yuan como moneda de referencia para sus inversiones en África y América. De todas maneras, hoy puedes encontrar una gran variedad de fondos de inversión que invierten en economías emergentes, ligados a estas monedas.
El uso creciente de estas monedas hace que, poco a poco, el mundo esté dejando de usar el dólar. Si bien, la hegemonía de esta moneda todavía está lejos de perderse.
Sin embargo, no todas las alternativas al dólar vienen de los gobiernos. La más innovadora viene del sector privado, y no para de crecer: las criptomonedas.
Como seguramente sabes, hay muchas criptomonedas y cada una se rige por sus propias reglas, pero todas tienen algunas características comunes. Sobre todo, si las comparamos con monedas convencionales como el dólar.
Primero, porque son monedas digitales cifradas con sistemas de criptografía. No admiten dinero físico.
Pero, además, no son respaldadas ni emitidas por ningún gobierno. En algunos casos, incluso, no existe una regulación clara al respecto.
Esto cambia mucho las cosas, porque ya no estamos hablando de cambiar el dólar por otra moneda similar. Se trata de una alternativa radicalmente opuesta, que en muchos sentidos cambia por completo las reglas del juego. No es pasar de una divisa a otra, sino cambiar el propio concepto de lo que es una moneda.
Si te parece interesante esta idea, en Economipedia disponemos de una guía para invertir en criptomonedas.
Las ventajas de un mundo «desdolarizado»
Cuando circulaban muchas monedas, y un gobierno decidía devaluar la suya, la gente solía «repudiarla», huyendo hacia otras más estables
En principio, puede parecer que la aparición de alternativas al dólar es una buena noticia. ¿Y por qué no lo sería? Al fin y al cabo, que haya más competencia siempre mejora las cosas, ¿no?
En cierto modo, podríamos decir que sí, pero las cosas no son tan sencillas. Empecemos por la parte positiva.
Históricamente, la competencia entre divisas ha sido, en general, beneficiosa para los ciudadanos. Cuando circulaban muchas monedas, y un gobierno decidía devaluar la suya, la gente solía «repudiarla», huyendo hacia otras más estables.
Esto hacía que la moneda devaluada se depreciara aún más, empeorando la situación financiera del gobierno que la emitía. El gobernante que quisiera «engañar» a sus ciudadanos devaluando su moneda sin límite acababa, antes o después, endeudado y sin prestigio.
Hoy ocurre algo similar. El hecho de tener alternativas al dólar hace que la Reserva Federal no pueda emitir todo lo que quiera, sino solo lo que demanda el mercado. Al mismo tiempo, las autoridades que respaldan las demás monedas también deben hacer los deberes, si quieren que la gente confíe en ellas.
En el caso de las criptomonedas, todavía hay más ventajas. Primero, porque al no haber un banco central detrás, ninguna autoridad puede emitir moneda como si no hubiera un mañana. En el caso de Bitcoin, por ejemplo, existe incluso un límite nominal ya definido a la cantidad máxima que puede circular.
Además, en el mundo cripto, los tipos de interés no repercuten de forma tan directa sobre el valor de las monedas. Eso, de alguna manera, elimina la influencia de decisiones donde también interviene la política, como los tipos de interés, y ofrece más seguridad al inversor.
Luces y sombras mientras dejamos de usar el dólar
En el caso de las criptomonedas, una regulación restrictiva hace muy difícil que puedan competir en igualdad de condiciones con la moneda convencional
Sin embargo, tampoco es oro todo lo que reluce. Sobre todo, porque la competencia de monedas ya no es tan limpia como en otros tiempos.
En primer lugar, los gobiernos suelen imponer leyes de curso forzoso, obligando a sus ciudadanos a aceptar la divisa que ellos emiten. Esto limita mucho el «repudio» de la moneda, porque la gente la sigue necesitando para comprar bienes y servicios, y para pagar impuestos.
A eso hay que sumar los controles al mercado cambiario en algunos países, que limitan el uso de moneda extranjera.
En el caso de las criptomonedas, una regulación restrictiva también puede limitar su uso, lo que le impide competir en igualdad de condiciones con la moneda convencional. Es como si dos atletas fueran a empezar una carrera, y a uno de ellos lo obligaran a correr con una mochila de 20 kilos a la espalda. ¿Alguien podría decir que realmente hay competencia? ¿Cómo puede el mundo dejar de usar el dólar en estas condiciones?
Por último, tampoco debemos olvidar que las monedas también están sujetas a factores políticos. Esto significa que un país puede convertir una parte de sus reservas de dólares en yuanes, y con eso su riqueza se vería más libre de la influencia de la política exterior de Estados Unidos. Pero, en su lugar, pasaría a depender de cómo China se relaciona con el mundo.
Por ello, no está tan claro que un mundo cada vez más «desdolarizado» sea mejor en términos económicos. Con más o menos aciertos, el dólar ha sido la referencia de la economía mundial durante décadas marcadas por un fuerte crecimiento económico.
Como puedes ver, un mercado de monedas más fragmentado puede traerte beneficios a la hora de invertir, pero tampoco está libre de riesgos. Como siempre, en Economipedia seguiremos formando a nuestros lectores sobre ello.
Efraín Dominguez dice
Si hoy en día se está viendo como algunos gobiernos están creando alternativas al dólar, pero esto es lo que hace la fragmentación del mercado, algo parecido lo que sucedió en un inicio, donde estaba imitado, el uso de las monedas, se restringió, es decir compro en china con su moneda o compro en Rusia, con el rublo y esto lo que hace es que se limita el poder adquisitivo de los países, es un punto estructural que hay que estudiar.