Hay quién dice que con el coronavirus están apareciendo sectores emergentes. Pero, por otro lado, estamos destruyendo uno que lleva décadas generando riqueza y empleo, el hostelero o restaurador. Quizá la solución pase por salvarlo para que nos ayude cuando esto acabe. La falacia de la ventana rota está de actualidad.
En 1850 Frederic Bastiat escribió un ensayo en el que explicó la falacia de la ventana rota. En ella puso de manifiesto que, en economía, lo más dañino es lo que no se ve. Hoy, con este COVID-19 deberíamos recordarla. El sector hostelero saldrá perjudicado de esta situación y es muy importante en gran parte del mundo. España e Italia son claros ejemplos. Por estos motivos se deben realizar estudios serios que permitan que se recupere lo antes posible. Es urgente.
La falacia de la ventana rota. Los nuevos sectores y la hostelería
Expliquemos, de forma breve, la famosa falacia. Imaginemos que en una sociedad ficticia un niño rompe el cristal de un comercio. Rápidamente, una serie de expertos se lanzan a promulgar las bondades de este acto. El comerciante deberá comprar otra y eso beneficiará al cristalero, a la producción, al empleo y al crecimiento económico. Pero Bastiat explicó que en economía el efecto más dañino es el que no se ve…
Este legislador y economista francés ponía el ejemplo de ese sastre al que el comerciante no podría comprar un traje nuevo. El dinero, que es un bien muy escaso, debía usarlo para arreglar la ventana. Esto era más urgente. Sin embargo, el efecto positivo sobre ese sastre pudo haber sido muy superior al del cristalero, ya que no partía de una destrucción previa. En definitiva, lo más probable es que la sociedad (en conjunto) hubiera tenido una pérdida, en concreto el valor de una ventana rota. La destrucción inútil nunca es un beneficio.
Los nuevos sectores emergentes, el cristalero
Al albor de esta epidemia del coronavirus, sectores como el tecnológico están experimentando un crecimiento sin precedentes. Las relaciones virtuales han crecido en importancia, superando las previsiones que existían antes de esta crisis. A nivel personal, las videoconferencias se utilizan frecuentemente debido a la cuarentena. En la relación laboral se habla del teletrabajo o la telemedicina como sistemas que han llegado para quedarse.
Por tanto, estas empresas parece que acabarán beneficiándose de esta situación. Por supuesto, las que permiten compras online o gestionan servicios de comida a domicilio también estarían incluidas. No pueden faltar las grandes de la distribución alimentaria. Entre otras tenemos a Amazon, Uber Eats, Alibaba, Carrefour… Curiosamente, vemos que prácticamente todas son grandes corporaciones multinacionales.
Siguiendo con la falacia explicada por Bastiat, estos serían los cristaleros. Esta parte de sus ventas, proviene de un accidente. Un virus (COVID-19) ha roto una ventana y hay que arreglarla, porque en este caso son vidas humanas y eso es lo primero. Estos grandes beneficiados, por supuesto, están generando hoy mucho empleo y riqueza. No parece tan malo ¿verdad?. No lo sería si hubiera dinero para todos y no es el caso.
El sector hostelero, el sastre
El sector hostelero supone algo más del 7% del PIB y ese mismo porcentaje del empleo en España . En México aporta el 2% del PIB y genera más de 800.000 puestos de trabajo. En Colombia llegan al millón de personas empleadas. No solo es ocio, es sobre todo y ante todo riqueza y empleo. Además, una parte importante de ese empleo es no cualificado, lo que implica que sería muy difícil buscar alternativas a quien quede en situación de paro.
Mostramos el gasto medio anual en restaurantes y hoteles por hogar en España. Recordemos que un dólar son 0,91 euros. Vemos que incluso en recesión (2008-2013), donde las tasas de variación eran negativas, su mínimo se situó en algo más de 2000 euros al año. Su máximo fue de más de 3.000 euros. La tendencia, eso sí, es decreciente y eso pone de manifiesto la situación delicada del sector. También incluimos el valor añadido que generan este sector en Argentina. En este caso, la tendencia parece ser creciente, si bien se estabiliza a partir de 2016. Ambos son dos claros ejemplos de la importancia de los bares.
Además, en México, Francisco Fernández Alonso considera que los establecimientos de restauración han perdido hasta el 90% de sus ganancias y peligran 50 mil locales y 280 mil trabajadores. Este señor es presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac). Sabe de qué habla.
Incluso una empresa emblemática en México, el grupo Modelo y su cerveza Corona, está sufriendo las consecuencias de este virus. Además, este líquido dorado es una bebida muy consumida en todo el mundo y es un indicador muy fiable de la evolución del sector de restauración. En España, la asociación de las empresas que la elaboran ha avisado que el 67% de la demanda viene de los bares. Podemos extrapolarlo a otros países y tendremos una idea global del problema.
Todo esto se agrava porque estos establecimientos se relacionan de forma intensa con el turismo. Este es otro motor en la economía de los países mencionados. Este último gráfico muestra el gasto total de los visitantes internacionales en México. Se puede comprobar que, aunque en el período estudiado tiene una ligera pendiente decreciente, es más que significativo. Además, muy necesario en la economía de este país.
Pero hay más, el turismo gastronómico o el enológico (España, Italia, Francia e incluso Chile) estaban viendo llegar años de esperanza. Por fin parecía que la crisis de 2008 se había dejado atrás. Por eso hay que buscarles alternativas que le permitan sobrevivir en una situación que los está destruyendo. Porque pueden ser los que nos acaben ayudando a los demás. De hecho, llevan décadas haciéndolo y no solo por los buenos ratos que pasamos en ellos.
La ciencia económica puede ayudar a ver lo que no se ve
La economía es la gran olvidada en el sistema educativo. De hecho, es una de las razones de ser de Economipedia. Muchos siguen creyendo que el Estado pueda darle de forma ilimitada a la «máquina de hacer dinero» y que antes estamos nosotros. Sin embargo, esa deuda se acaba pagando con más paro, menos prestaciones. más pobreza y esto no ayudará a salir adelante. Además, las crisis generan dramas humanos, no lo olvidemos. No nos conviene otra.
Este coronavirus (porque ha habido otros), llamado COVID-19, nos ha puesto en una tesitura. ¿Debemos invertir en tecnología e «Internet» para todos» o dedicar los esfuerzos a ayudar a los establecimientos hosteleros? ¿Debemos aprovechar la ocasión para lanzar ese «Green Deal» o pacto verde que propone Europa y así aprovechar para «parar» este turismo masivo que tanto daño está haciendo al medio ambiente?
Hay sectores que están ganando dinero por una epidemia que pasará. Pero no sabemos si esa riqueza ha venido para quedarse o es una burbuja que se desinflará más tarde. El sector de la restauración puede suponer de nuevo riqueza y empleo. Como en la falacia de la ventana rota, el otro, el cristalero obtiene su ganancia de una destrucción previa, pero no así el sastre. ¿No deberíamos preocuparnos también de este último?.
Alejandro Gonzalez B. dice
buen articulo .pero en mi opinion las empresas deben tener como enseñansa , que se debe tener un fondo de ahorro para defenderse de estas clase de emergensias , porque no solamente puede ser una pandemia , podria ser tambien un terremoto , un maremoto , la erupcuon de un volcan etc . son eventualidades que no se tienen en cuenta casi nunca
Rafael Chavez dice
De acuerdo, y es que hemos tenido en las últimas décadas una economía muy especulativa, desde los gobiernos, pasando por las empresas,hasta llegar a un nivel individual, creyendo que nunca va a pasar nada, y que el dinero se puede fabricar como se elaboran los dulces. La lógica rigurosa de la economía es que cada emisión monetaria tiene que estar respaldada por activos reales no por, ejemplo, productos derivados financieros que a su vez estos no tienen un sustento físico.
En resumen, quienes manejan los sistemas financieros y las bolsas de valores han creado la falacia que la especulación es natural y que ni se debe de pensar en riesgos, y que el dinero aparecerá como por arte de magia.
Enrique Rus Arias dice
Buenas tardes, Rafael.
Tienes toda la razón, la economía real debe respaldar a la monetaria. El problema es que, como bien dices, muchas veces esto no sucede.
Gracias por visitar Economipedia y por tu aportación.
Enrique Rus Arias dice
Buenos días, Alejandro, no puedo estar más de acuerdo. Yo añadiría a los diferentes gobiernos también. Cada país ha actuado de una forma con esto, pero en varios de ellos se ha improvisado y se ha producido escasez en gran parte por no tener un seguro o un "colchón" para imprevistos.
Además, los hosteleros también deben adaptarse a los tiempos, a la tecnología y al mercado. Lo que sucede es que es un sector en que en demasiadas ocasiones se ha emprendido por necesidad y, por tanto, se ha profesionalizado poco. Por eso creo que es una planificación a largo plazo la que debe llevarse a cabo.
Queda mucho camino por recorrer y ahora les va a tocar hacerlo. Bienvenido.
Marcio dice
Muy acertado.
Enrique Rus Arias dice
Gracias por venir y me alegra que te guste. El objetivo es aportar información útil y amena.
Ismael González dice
Estamos dejando por fuera el consentimiento del consumidor. Es lo que prima para entender la demanda. Los avances tecnológicos en el comercio generan cierto valor para el consumidor, esto no es dado por el coronavirus per se, es una situación que ya venía desde hace tiempo. Es el futuro.
Efrén Jiménez dice
Excelente artículo, definitivamente la economía del sastre se vió afectada, y por esa razón (y otras más), nuestros modelos de negocios de las hostelerías y más, deben tomar en cuenta, crisis como está, para afrontar adecuadamente y no ver afectados sus ingresos.
Que pasaría si en este momento, por "coronavirus cibernético" la red del internet, se cayera…se afectará…o sea no funcionará…nuestros modelos de negocios deben aprender de la experiencia y está experiencia con el COVID 19, nos deja muchas enseñanzas.
Lenin Rivas dice
Interesante artículo, sin embargo, creo que el Estado a través de su política pública es el regulador natural de una sociedad, esta crisis de ninguna manera debe ser la excepción, aún más, debe ser la prioridad, el mercado como ya lo sabemos no se regula sólo, tiende a favorecer a los dueños del capital, hablo específicamente de Ecuador, que con el peor gobierno de la historia en esta emergencia nos están matando, las reformas por la crisis facilita el despido del trabajador y deslinda de obligaciones al empresario, les invito a que hagan una revisión de las decisiones económicas tomadas por gente tan inutil y expongan el resultado de sus observaciones, a la orden.
GSM dice
E s otra manera de interpretar las crisis.Unos ganan y otros pierden.
En este modelo neoliberal que propone reducir tamaño del estado, con la crisis esta aplicando principios del estado de bienestar.Toda una paradoja.Gracias
Enrique Rus Arias dice
Hola ismael, lo que dices es cierto, de hecho la tecnología va a ser fundamental ahora que se han visto las bondades del teletrabajo y para que el sector hostelero sea más eficiente o pueda realizar servicios a domicilio. Pero mi objetivo con el artículo fue hacer ver que lo que tenemos, aunque se mejore, hay que cuidarlo facilitando su puesta en funcionamiento cuanto antes, porque como se destruya las consecuencias pueden ser muy importantes. Gracias por venir.
Enrique Rus Arias dice
Estoy totalmente de acuerdo, deben aprender y mucho, pero para eso también deben funcionar a pleno rendimiento cuanto antes y si cierran, que sea porque no cubran las expectativas del consumidor. Un saludo y bienvenido.
Enrique Rus Arias dice
Hola Lenin, como sabes, en economía todo depende del cristal (escuela) con que se mira. Los liberales no creen demasiado en la regulación pública sí en la autoregulación… con la edad uno va descubriendo que, en la realidad, el equilibrio suele estar en los puntos intermedios, o al menos, los acuerdos.
Bienvenido y una interesante aportación.
Teresa Mantilla dice
que buen articulo y las opiniones
para el caso de latinoamericano que hay tanta corrupción es un aprendizaje para optimizar los recursos e invertirlo en hospitales y en temas sociales para buscar que la gente vulnerable, ante una situación como esta cuente con el mínimo básico, porque en el caso de Colombia hay mucha gente aguantando hambre porque vivían del rebusque y otros perdieron el empleo y el gobierno no tiene como aliviar la situación a estas personas.
Enrique Rus Arias dice
Hola Teresa, nos alegra que te haya gustado el artículo y tu aportación también es muy interesante.
Gracias por comentar y leernos.
Un saludo.
Remo Ormea dice
Muy interesantes y variadas lecciones que debemos anotar, analizar para buscar su aplicación a cada realidad (país, región, comuna, etc.) y, desde luego, siempre compartir, pues lo sucedido antes, lo que sucede hoy y lo que vendrá más adelante, es fuente de conocimiento. Tenemos que echar mano de aquello que funciona, en busca del bien común. Muchas gracias.
Enrique Rus Arias dice
Hola Remo
de hecho, es la acumulación de conocimiento la que hace que la ciencia tengan las bases necesarias para progresar.
Gracias por tu opinión y bienvenido.
Roberto Diaz Gonzalez dice
Didáctico el articulo para los no formados en ciencias económicas, me queda una confusión, el sector salud es el centro del problema social y económico, la demanda de servicios se dispara, la inversión en equipos y en infraestructura aumento, hay una gran presión por formalizar el empleo y poner al día la deudas, se espera futuro prospero, pero pasada la epidemia el sector salud que mueve 9%PIB. va a tener la suerte del sastre. ¿es posible aprovechar la coyuntura?
Enrique Rus Arias dice
Buenos días Roberto.
Nos alegra que te haya gustado el artículo.
De hecho, no solo es posible que aproveche la coyuntura, es necesario. Pero como bien dices, pasada la crisis se espera que este espectacular crecimiento se frene. Por eso no hay que olvidar a otros que hoy son muy necesarios y llevan mucho tiempo sobreviviendo a los ciclos económicos. Lo que Bastiat quiso mostrar fue que el crecimiento deseable no debe partir de una destrucción previa, sino de la prosperidad.
Gracias por leernos y por visitarnos. Un saludo.
oliverio dice
Recordemos que vivimos en una sociedad de consumo, el ingreso familiar promedio de la clase media lo destina a cubrir sus necesidades, comida, salud y vivienda…una sociedad cuando cubre estas necesidades a las que se refiere Maslow, entonces crean riqueza, administran la misma, el caso inmediato que desvariamos copiar es la sociedad China, sus generaciones han sacrificado su presente, en trabajar mas de 8 hrs diarias los 7 días a la semana, para el porvenir de sus generaciones venideras.
Enrique Rus Arias dice
Hola Oliverio.
La verdad es que no te falta razón. Fíjate que se prevé una subida del ahorro en la etapa de recuperación. Eso sí, lo mejor es mantener un equilibrio entre ahorro y consumo.
Gracias por venir y por tu aportación.
María Teresa dice
La idea de un fondo de contingencia es muy oportuna, pero suscita inmediatamente la pregunta: cómo encajar en una economía inflacionaria un presupuesto de contingencia?
Enrique Rus Arias dice
Hola María Teresa. Bienvenida.
La pregunta es de lo más interesante. De hecho, es complicado, ya que como bien dices, vivimos en economías inflacionarias.
Pero podemos verlo de otra manera ¿podría ser más eficiente y menos inflacionario a posteriori si con estos fondos provocamos menos problemas en la economía real y un menor endeudamiento futuro?
Gracias por venir y por tu aportación.
Jospd dice
Las pequeñas empresas morirán para dar paso a una mayor eficiencia. Muchas personas habrá que quieran aprovechar el virus para acelerar ese proceso. Y, poco a poco, todo se irá pareciendo cada vez más a “Un Mundo Feliz”.
Las pequeñas empresas son como pequeñas grandes familias, y, precisamente porque hay muchas personas en el poder queriendo deshacerse de ellas, corren un grave riesgo de desaparecer tarde o temprano.
Las familias y las pequeñas empresas, en las que se trabaja codo con codo, en las que se sabe para quién se trabaja y qué se hace, y en las que se sufre un poco, son el mejor antídoto contra cualquier forma de influencia que las fuerzas del mal quieren ejercer sobre las personas, aislándolas y convirtiéndolas en simple masa, impersonal y abstracta e insignificante.
Cada persona tiene un valor infinito, y a dar y a entregarse solo en una familia se aprende. Bueno, y probablemente también en una pequeña empresa.
Por eso en España somos tantas pequeñas empresas, porque los españoles estamos muy protegidos bajo el manto de la Santísima Virgen María.