Una polémica ley de extradición china ha provocado una oleada de protestas en Hong Kong. El ambiente de conflicto podría terminar causando estragos en la economía de un enclave que es la joya comercial de China.
La amenaza de la recesión planea sobre Hong Kong, la vanguardia comercial de toda una potencia económica como China. La causa se encuentra en las huelgas y el fuerte rechazo que ha provocado una proposición de ley de extradición. Así, desde China se pretende aprobar una ley que permita detener a refugiados y disidentes políticos en Hong Kong para ser juzgados en China sin garantías.
La respuesta de los habitantes de Hong Kong no se ha hecho esperar y son muchos trabajadores los que han secundado las huelgas. De este modo, la huelga de transporte público ha contribuido a paralizar la ciudad. También los trabajadores del sector financiero y de los medios de comunicación se han unido a las protestas, por no hablar de las manifestaciones que se han convocado.
Consecuencias de las tensiones políticas
Los efectos de las huelgas sobre la economía y las circunstancias políticas ponen en serio riesgo el crecimiento económico de Hong Kong. Estamos hablando de que el PIB de Hong Kong podría pasar de crecer del 2,5% al 0,5%. Una vez más, queda demostrado que una crisis política se termina traduciendo en una crisis económica. En este sentido, la situación entre el gobierno de China y la ciudad de Hong Kong resulta ser muy tensa. Más aún cuando se trata de dos sistemas políticos que deben convivir. Y es que, China, al recuperar la antaño colonia británica de Hong Kong, debe respetar la autonomía de la ciudad hasta 2047, así como un conjunto de derechos que no están garantizados en el resto del país.
Un sector turístico muy castigado
La recesión en Hong Kong podría no tardar mucho en hacerse notar. Hay quienes pronostican que ya en el próximo trimestre, el PIB de Hong Kong podría caer un 1%. Entre los sectores más perjudicados se encontraría el turismo, que significa el 4% de la economía hongkonesa.
Estas tensiones se reflejan en el turismo de la siguiente manera. La mayoría de los turistas que recibe Hong Kong proceden de China (hasta el 80%) y sus compras han caído bruscamente. Esto puede verse en el día a día, con hoteles sin huéspedes y tiendas sin clientes. Desgraciadamente, el efecto se ha hecho notar rápidamente en Hong Kong, con los concesionarios, restaurantes y tiendas de joyas perdiendo un 30% de sus ventas en tan solo 15 días.
Consecuencia de las caídas en los ingresos por ventas son los recortes en plantillas. Así, muchos trabajadores hongkoneses podrían pasar a engrosar las cifras del paro, lo que posteriormente se plasmaría en una caída del consumo privado que terminaría lastrando el crecimiento económico.
Mercado inmobiliario y empresas extranjeras
Los hongkoneses no son los únicos afectados por unos problemas políticos que causan estragos en la economía, pues las compañías extranjeras con importante presencia en Hong Kong ven cómo se desploman sus valores en los mercados asiáticos.
Otro efecto a tener en cuenta es el impacto de las tensiones políticas en el mercado inmobiliario. De este modo, los proyectos se aplazan y los precios de los inmuebles podrían llegar a desplomarse alrededor del 15% para finales de año.
Posibles riesgos y repercusiones
Los efectos de las huelgas y protestas serán mayores cuanto más tiempo se prolongue el conflicto político. Poniéndonos en el peor de los casos, si las Fuerzas Armadas de la República Popular China tuvieran que intervenir en Hong Kong, la ciudad quedaría sumida en una durísima recesión.
En cualquier caso, Hong Kong no sería el único perjudicado. Si este gran centro financiero y comercial se resiente, China también sufriría las consecuencias del frenazo de Hong Kong, su perla económica. Así pues, si el conflicto deriva en medidas represoras por parte de China, el gigante asiático tendría que afrontar una fuerte contracción de su economía. A nivel internacional también tendría graves repercusiones, dado que China podría enfrentarse a sanciones comerciales, sin olvidar que su reputación como país podría quedar seriamente tocada.