Administrador de fincas
Un administrador de fincas es un profesional que realiza servicios de gestión económica, financiera, técnica o legal para los propietarios de fincas rústicas o urbanas.
El administrador de fincas, por tanto, es un profesional contratado, habitualmente, por las diferentes comunidades de vecinos o propietarios. Esto, con el fin de que el administrador se encargue de gestionar todas aquellas gestiones relacionadas con aspectos comunes, que afecten a todos los propietarios.
A continuación veremos los requisitos necesarios, sus funciones y las diferencias con el agente inmobiliario.
Requisitos del administrador de fincas
Un administrador de fincas debe cumplir una serie de requisitos para realizar su trabajo de la mejor manera posible.
Entre ellos podemos destacar los que mostramos a continuación:
- En primer lugar, tenemos el requisito de titulación. En la mayoría de países se suele exigir un mínimo e incluso algún título específico. Cualquier persona, además de los propietarios (excepto el presidente), puede ser administrador y también las personas jurídicas.
- En muchos países es obligatorio estar colegiado. El colegio profesional cobrará una serie de cuotas, prestando a cambio determinados servicios.
- Por otro lado, como es lógico, este debe ser elegido por la comunidad de vecinos de forma asamblearia y mayoritaria.
Funciones del administrador de fincas
Los administradores de fincas tienen diversas funciones que deben realizar de forma eficaz y eficiente.
Veamos las más relevantes:
- Quizá la más conocida sea la convocatoria de las asambleas y la llevanza de los registros. De esta forma, se discutirán los aspectos de inventarios, cuentas anuales y otros relacionados. Por supuesto, se incluirá un presupuesto detallado de gastos e ingresos para el siguiente año.
- Por otro lado, es responsable de la contabilidad y el cumplimiento de la legalidad en la comunidad que gestiona. Así, se convierte en el asesor principal de los propietarios.
- Además, tiene la obligación de contestar a los requerimientos de los vecinos y aportar soluciones a los problemas que surjan.
- Una de las actividades esenciales es el cobro de las cuotas de comunidad. En este caso tiene potestad para exigir y si es preciso, con la autorización de la asamblea, iniciar acciones legales contra los que no las paguen.
- Por otro lado, tiene una labor de asesoramiento en el contrato de seguros, mantenimiento y otras cuestiones que afecten a la comunidad.
Diferencia entre administrador de fincas y agente inmobiliario
Vamos a ver, para terminar, algunas diferencias entre el administrador de fincas y el agente inmobiliario. Aunque está claro que son figuras diferentes, quizá convenga ver algunos detalles.
- En primer lugar, ambos puestos de trabajo son distintos. El administrador administra comunidades y el agente inmobiliario gestiona la compra y venta de las viviendas que la forman. Por tanto, el administrador no hace labores de venta de viviendas.
- El administrador debe resolver los problemas que afectan a la comunidad, mientras el agente se centra en las viviendas que el propietario le cede para que las venda.
- El administrador de fincas, como hemos mencionado, llevará la contabilidad de la comunidad y puede ser cualquier propietario. Sin embargo, el agente inmobiliario no tiene nada que ver con la propiedad ni la comunidad y, por supuesto, no puede acceder a sus cuentas.