Backtesting
El backtesting es una herramienta para analizar la efectividad de una estrategia de inversión. Esto, aplicando dicha estrategia en datos históricos, por lo que se trata de un método en retrospectiva.
Es decir, el backtesting nos permite evaluar cuáles hubieran sido los efectos de una estrategia de inversión si esta se hubiera aplicado en algún periodo anterior. Se trata de un ejercicio de simulación usando cifras del pasado.
El fundamento de esta herramienta es que, si la estrategia hubiera funcionado en el pasado, es probable que funcione bien en un futuro. Y de igual modo, en sentido contrario.
Este método se utiliza en la evaluación de estrategias de inversión en los mercados financieros. Por ejemplo, en la bolsa de valores o en el mercado de divisas o forex.
Pasos del backtesting
Para llevar a cabo el backtesting, en primer lugar, se debe seleccionar un periodo de tiempo para el análisis (Se puede utilizar más de un periodo de tiempo para confirmar la fiabilidad del resultado).
El grupo de datos históricos debe incluir una muestra representativa de valores. Esto, incluyendo, por ejemplo, las acciones de compañías que pueden haber quebrado o que fueron vendidas. Si este tipo de activos se excluyeran, los resultados del backtesting estarían distorsionados.
Para la aplicación de este método, se deben incluir diversos parámetros como el capital inicial del inversionista, las órdenes de stop loss o take profit, la posición preferida (larga o corta), entre otros.
El backtesting, además, debe considerar todos los costos de transacción, por más pequeños que sean. De lo contrario, se sobreestimarían los resultados de la estrategia.
Para el procedimiento, se utiliza un software. Incluso, existe la opción de hacerlo en Microsoft Excel.
¿Qué debemos evitar?
Es importante evitar ciertas prácticas erradas en el backtesting, por ejemplo, introducir parámetros extras y operar hasta que el resultado sea el esperado. Esto sería adaptar el procedimiento para que encaje con lo que quiero obtener.
Otro error en el que no se debería incurrir es utilizar el backtesting en periodos prolongados con el objetivo de conseguir mejores resultados, cuando en realidad se planea operar en un corto plazo.
De igual modo, se debe evitar la simulación de varias posibles estrategias sobre el mismo conjunto de datos. Esto, porque puede ser que, si alguna de esas estrategias resulta exitosa, lo sea por casualidad.
Además, una forma de evitar sesgos es, como hemos referido antes, aplicar el backtesting no solo en un periodo de tiempo, sino en otro fuera de la muestra inicialmente seleccionada. De esa manera, se podrán corroborar los resultados.