Central de riesgo
La central de riesgo o buró de crédito es una entidad que recolecta y consolida información de los usuarios del sistema financiero. Así, trata de abarcar el mayor universo posible de datos y personas.
El objetivo de una central de riesgo es clasificar a los individuos según la probabilidad de impago. Con ese propósito, evalúa el registro de los préstamos vigentes y pasados en bancos y otras empresas.
Las centrales de riesgo, además de la información financiera, consignan data demográfica del público como edad, sexo, nivel de educación, entre otros.
Características de una central de riesgo
Las características de una central de riesgo que más destacan son las siguientes:
- Puede ser una institución pública o privada. En este último caso, se requiere usualmente la autorización y supervisión de un regulador estatal.
- Recibe información de clientes de bancos, aseguradoras y otras entidades del sistema financiero. Además, puede obtener datos de las empresas de servicios públicos (agua, luz y telecomunicaciones).
- Brinda reportes a las instituciones financieras para que puedan evaluar con mayor precisión a los individuos que se acercan a pedir un crédito. Con los registros del buró, se podrá conocer, por ejemplo, si el solicitante mantiene deudas pendientes con otras compañías.
- El usuario tiene derecho a acceder gratuitamente a la información consignada sobre él o ella en las centrales de riesgo cada cierto tiempo, por ejemplo, seis meses. Dicho plazo depende de la legislación de cada país.
- El buró usualmente no muestra todo el historial crediticio de los usuarios. Pueden consignarse datos, por ejemplo, de los últimos cinco años.
- Si se reporta un dato erróneo sobre el deudor, éste tiene derecho a pedir una rectificación a la central de riesgo. En algunas circunstancias, el usuario puede verse obligado a llamar a la intervención del regulador estatal para la corrección correspondiente.
- En caso exista una deuda impaga, el prestatario puede cancelarla y luego presentar una carta de no adeudo para limpiar su historial.
- El usuario difícilmente obtendrá financiamiento si no cuenta con un buena calificación en las centrales de riesgo.
Clasificación de la central de riesgo
La clasificación que la central de riesgo realiza de los deudores varía según la institución. Por ejemplo, pueden separarse en grupos por cada color del semáforo: Verde, amarillo y rojo, yendo de menor a mayor riesgo.
Otro tipo de clasificación más elaborada divide a los usuarios en cinco categorías:
- Normal: Si no existe un retraso en el pago de cuotas mayor a treinta días.
- Con problemas potenciales: Si el deudor reporta una demora de entre 31 y 60 días.
- Deficiente: Si el prestatario ya presenta un retraso de entre 61 y 120 días.
- Dudoso: Cuando el atraso del deudor es de entre 121 y 365 días.
- Pérdida: Si el moroso ya ha demorado más de 365 días. En este caso, la deuda comienza a considerarse incobrable.
Los plazos presentados en el ejemplo anterior son aplicables particularmente a préstamos de largo plazo como las hipotecas. Para créditos más pequeños, cada categoría debería tolerar menos días de morosidad.