Ciclo de Deming
El ciclo de Deming es un sistema que se utiliza en las empresas para lograr un proceso de mejora continua.
Cabe destacar, que el ciclo Deming es utilizado por las empresas que buscan incrementar sus estándares de calidad y funcionar de manera más eficaz. Si se usa correctamente puede ayudar a que las empresas mejoren sus niveles de rendimiento y productividad. Puesto que todo el trabajo y esfuerzo se orienta al logro de los objetivos propuestos.
Así mismo, es un método altamente efectivo que se aplica en los sistemas de gestión de la calidad y la mejora continua. Ayuda en la búsqueda de soluciones a ciertos problemas específicos y para alcanzar la optimización de los procesos implementados en las organizaciones.
¿Por qué se denomina ciclo de Deming?
En primer lugar, es un ciclo porque sigue cuatro fases planificar, hacer, verificar y actuar. Por esa razón también es conocido con las siglas PHVA o PDCA por sus siglas en inglés, que justamente coincide con cada una de las etapas que se deben seguir para su implementación.
En segundo lugar, también es conocido como círculo o ciclo de Deming, debido a que su creador es William Edwards Deming. Deming era de nacionalidad estadounidense y vivió durante los años de 1900 a 1993. Fue un brillante estadístico, consultor, profesor universitario y sobre todo autor de textos sobre calidad total.
Etapas del ciclo PHVA
Las cuatro etapas del ciclo de Deming son:
1. Planificar
Para empezar, en la fase de planificación lo que se busca es analizar la situación de la empresa y sus necesidades. Posteriormente encontrar las áreas que puedan ser susceptibles de mejora y basado en ello establecer los objetivos que se deben alcanzar.
Claro que, para que este paso resulte efectivo se deben recopilar datos, proponer ideas, establecer los objetivos y definir las acciones, así como los tiempos para lograr los resultados.
2. Hacer
Luego que ya se tiene definido lo que se espera alcanzar y las acciones que se deben tomar, se deben implementar. Es decir, se implementa el plan que previamente se ha elaborado para alcanzar las mejoras propuestas.
Fundamentalmente, en este paso se deben dirigir, organizar y asignar los recursos correspondientes; así como asignar responsabilidades para llevar a buen término la ejecución.
3. Verificar
En consecuencia, la verificación es el proceso de control que debe seguirse luego de haber implementado el plan. La idea es verificar que se avanza en la dirección correcta, haciendo las valoraciones correspondientes que sean necesarias en el sistema de evaluación.
Sin embargo, lo más importante es determinar si se está cumpliendo con los objetivos. Para saber si están alcanzando las mejoras o no. Para ello es preciso evaluar el plan, monitorear su implementación y dejar documentada la información con las conclusiones obtenidas.
4. Actuar
Finalmente se analizan los resultados obtenidos en la fase de verificación. Con estos datos se elaboran los informes y los análisis comparativos. Si el resultado es favorable se implementa la mejora de forma definitiva y si no, se hacen los cambios correspondientes.
Además, toda esta información se utilizará para elaborar el siguiente plan, puesto que por eso es un ciclo el cual se vuelve a iniciar luego de realizar los ajustes correspondientes.
En efecto, no se debe olvidar que es un ciclo, porque una vez que se termina la etapa final, se debe volver a la primera y repetir nuevamente. Por ello las actividades son evaluadas periódicamente, para poder incorporar nuevas mejoras.
En conclusión, se puede afirmar que cualquier empresa que aplique el ciclo de la calidad de Deming podría mejorar su competitividad, al aumentar su productividad y reducir sus costos. Dado que este sistema permite aplicar métodos de mejora continua a los procesos, lo que en definitiva también permite una aumento de la rentabilidad.