Recursos escasos
Los recursos escasos son aquellos que, según el principio económico de la escasez de recursos o ley de escasez, se encuentran en situación de disponibilidad limitada.
De esta forma, según esta teoría o ley de la escasez, muchos recursos estarían clasificados como escasos y, por tanto, el objetivo económico es saber cómo y dónde emplearlos, con el fin de optimizar su uso. Otro nombre que reciben es recursos económicos, de manera que no lo serían aquellos que son ilimitados, como el Sol o el aire.
Cabe destacar que la ciencia económica se encarga del estudios de la combinación y distribución, de la forma más eficiente y justa posible, de esos recursos.
Los sistemas económicos y la escasez de recursos
La economía es la encargada de decidir qué se produce, cómo y cuando. Al darse una escasez de recursos, se han desarrollado dos sistemas y un tercero que sería una combinación de ambos. Todos ellos buscan la forma más eficiente y justa de administrarlos, pero desde caminos diferentes.
El capitalismo y el socialismo o su vertiente final, el comunismo son los dos sistemas situados en el extremo. Las diferencias esenciales están relacionadas con la propiedad de los medios de producción. En los primeros esta sería privada, siendo sus dueños los agentes económicos y en los segundos pública, siendo el estado el propietario de los medios de producción.
Los terceros combinan ambos y son los más habituales. Solo se da una variación en el porcentaje. De esta forma, existen las economías llamadas liberales, donde la mayoría de bienes están en manos privadas y las socialdemócratas, donde los porcentajes son más equilibrados. Las más habituales en la mayoría de países del mundo son las segundas.
Los recursos escasos y el crecimiento sostenible
A raíz de las grandes crisis económicas ha surgido el concepto de «crecimiento sostenible», como evolución del crecimiento económico como tal. De esta forma, si bien existen una serie de factores que ayudan a crecer, esto no puede llevarse a cabo a cualquier precio. Una de las consecuencias sería la desaparición de muchos recursos escasos.
Muchos economistas están de acuerdo en que los países deben perseguir un crecimiento sostenido, pero también sostenible. De esta forma, comienzan a apostar por proteger los recursos que suelen ser limitados o por energías alternativas como las renovables. Todo ello sin perder de vista que sin crecimiento, no se genera ni riqueza ni empleo. Además, decidiendo sobre qué sistema de los mostrados anteriormente eligen para desarrollarse.