Consenso político
El consenso político es el acuerdo al que llegan las partes de un grupo o entre varios grupos, a través de la aceptación del mismo por todos ellos.
El consenso político es una forma de toma de decisiones. Es decir, se pueden adoptar de forma imperativa y unilateral o por algunas de las partes dejando fuera a otras. Pero el consenso requiere de la aprobación de todos ellos, no dejando a nadie fuera.
En política, es un término que se escucha con asiduidad, haciendo referencia a los pactos o acuerdos a los que llegan las distintas fuerzas políticas. Pero, en la mayoría de las veces, se trata de un falso consenso. Cuando se aprueba una ley, suele hacerse por mayoría absoluta, es decir la mitad más 1, así que pueden aprobarse leyes con casi la mitad del Parlamento en contra.
Ahora bien, hay casos en el que el consenso debe ser mayor, como en las reformas constitucionales. En el caso de España, según al Título que afecte, se necesita mayoría de tres quintas partes o de dos tercios. En la Constitución mexicana también se necesita mayoría de dos tercios. Además, en algunos casos se utiliza el referéndum popular, en el que la población, de forma directa, ratifica el acuerdo adoptado.
En algunos países, dependiendo de su tradición democrática, sí que se usa el consenso para la aprobación de ciertas leyes o reformas de gran peso. Tales como: educación, pensiones públicas o directrices de la política exterior.
Ejemplo de política de consenso
Un ejemplo muy claro de una política de consenso la encontramos en los Pactos de la Moncloa, llevados a cabo en España durante la Transición.
En 1977, España atravesaba un contexto económico y social muy delicado, para afrontar la situación y controlar la alta inflación, se hicieron una serie de reformas. Los acuerdos alcanzados contaron con el apoyo de todas las fuerzas políticas, patronal y parcialmente los sindicatos. En este caso sí que hubo verdadero consenso entre los diferentes actores intervinientes.