Contabilidad fiscal
Se conoce como contabilidad fiscal a la rama de la contabilidad dirigida al control y la supervisión de los compromisos tributarios de una empresa. Detecta, evalúa y produce el correspondiente pago de impuestos de la misma.
La práctica de la contabilidad fiscal en una empresa se enfoca en toda práctica contable relacionada con el tratamiento de obligaciones en materia de impuestos con las que cuenta esta.
Atendiendo a la naturaleza de cada empresa, existirá un enfoque de este tipo de contabilidad distinto. Esto sucede lógicamente porque dependiente del sector en el que participe y del producto que ofrezca se encontrará en un campo de obligaciones impositivas diferentes.
En ese sentido, es evidente que la fiscalidad es un elemento clave a tener en cuenta a la hora de establecer o no una sociedad mercantil en un lugar en particular. Por ejemplo elementos como el año fiscal fijado o la reducción de tipos impositivos a startups.
Objetivo principal de la contabilidad fiscal
La motivación más destacable del contable fiscal es la justificación de las retenciones practicadas por la empresa durante un tiempo determinado y que por tanto deben presentarse a la hacienda pública. Un ejemplo sería el IVA a declarar trimestralmente por una tienda de alimentación.
Del mismo modo, debe darse soporte corporativo al pago de los diversos impuestos a los que tiene que hacer frente periódicamente la empresa. Otro ejemplo simple es el Impuesto de sucesiones o la cuota de autónomos en casos de sociedades unipersonales.
Lo anterior dependerá, no obstante, de la ley aplicable en cada país. Puede que un contable fiscal muy bueno en España, no lo sea en Estados Unidos porque la ley tributaria es diferente.
Características a destacar de la contabilidad fiscal
Junto a lo anteriormente descrito, la contabilidad fiscal se ocupa también de una serie de puntos descritos a continuación:
- Se adapta al régimen tributario o normativa fiscal del territorio en el que desarrolla su actividad económica la compañía
- A menudo trabaja estrechamente con el gabinete o departamento jurídico de la empresa, ya sea interno o esté externalizado, de cara a una mayor eficiencia y conocimiento de la actualidad de la normativa tributaria y del derecho mercantil
- El diseño contable y la preparación de los datos se ciñe mayormente a modelos establecidos por la Administración, facilitando su presentación posterior.