Especialización del trabajo

La especialización del trabajo consiste en la asignación de las diferentes tareas de un proceso productivo en particular y sus actividades derivadas en diferentes individuos o grupos de trabajo atendiendo a sus características, habilidades o recursos.

El concepto de especialización del trabajo es estudiado por la dirección estratégica de empresas. Las empresas que apuestan por sistemas de trabajo especializado diseñan un organigrama donde cada tarea es desarrollada por un especialista.

El crecimiento de las industrias de producción en masa y el aprovechamiento de economías de escala ayudaron a su expansión. El sentido principal de la especialización es que cada tarea es realizada por personas previamente dirigidas a dicha parte del proceso.

Así, es importante la preparación académica y profesional para según qué puestos, distinguiendo trabajadores cualificados y no cualificados.

Origen de la especialización del trabajo

Este concepto fue desarrollándose con la aparición de las labores artesanales. Ya la industrialización y la creación de modelos productivos en masa lo asentaron.

Adam Smith definió que la división del trabajo por medio de la aparición de profesionales más habilidosos conllevaba el alcance de mayores niveles de eficiencia y ahorro de recursos.

Siguiendo esa línea, Frederick W. Taylor creó un sistema de organización racional del trabajo, conocido como taylorismo, con vistas a calcular los mayores niveles de utilidad. Se ayudó de las innovaciones industriales de su tiempo, que beneficiaron al reparto de etapas de producción.

Este tipo de planteamientos también gozó de importancia a nivel de naciones gracias a David Ricardo. En este sentido, David Ricardo apuntó hacia la especialización en producción de bienes por las ventajas comparativas.

Características de la especialización del trabajo

Entre las principales características de la especialización del trabajo se encuentran:

  • Supone la existencia de profesionales con conocimientos y capacidades específicas para una tarea por su preparación o su experiencia.
  • Este especialista desempeña su rol preciso en la empresa.
  • Permite el acceso a altos salarios y dificultad de reemplazo.
  • Reduce errores y simplifica el proceso productivo.

El principal argumento a favor de la especialización es que ayuda a conseguir mayores niveles de eficiencia para las empresas, que reducen costes y tiempo al no cambiar de tarea, de maquinaria, por desplazamientos en una instalación o el aprendizaje de otros procesos.

Contratar personas con una preparación determinada o formarla para la realización de un proceso permite a las empresas agilizar el cumplimiento de sus compromisos. Especialmente, en sectores más técnicos. No obstante, cuanto mayor sea la especialización de un empleado más costoso será para la empresa su reemplazo. Lo cual es debido a que será más difícil encontrar un trabajador de idénticas capacidades y promover su adaptación.

Para el empleado alcanzar un alto nivel de especialización le ayuda a destacar entre el resto. Ya que se trata de una herramienta de señalización que garantizaría mejores salidas laborales y de menor competencia. Ser especialista suele ir de la mano del acceso a mayores salarios y mejores contrataciones.

Ejemplos de la especialización del trabajo

De carácter individual, si las empresas buscan individuos expertos en tareas muy específicas, como la gestión de recursos informáticos específicos, manejo de recursos tecnológicos complejos, trabajo con herramientas específicas de un sector (contrucción, transportes, industria…), o la investigación y el estudio de innovación y desarrollo científico.

De carácter conjunto, si la propia empresa asume el concepto en un sector o una actividad en concreto. Desarrollan sus negocios concentrándose en una sola; por ejemplo diseñando accesorios específicos para productos Apple.

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Javier Sánchez Galán , 02 de enero, 2017
Especialización del trabajo. Economipedia.com