Igualdad de género
La igualdad de género es la imparcialidad real en los derechos y obligaciones entre hombres y mujeres, niñas y niños.
Es decir, la igualdad de género es el trato equitativo entre hombre y mujeres. Por ejemplo que ambos géneros puedan tener una libre participación en la política de su país, el acceso a las mismas oportunidades laborales, a la posesión de bienes, etc.
El reconocimiento de los derechos y obligaciones entre hombres y mujeres ha cambiado a lo largo de la historia. Jurídicamente a inicios del siglo XX, las mujeres comenzaron a tener participación en la vida política.
Es por lo anterior que, la igualdad de género es un tema que lleva décadas en la agenda de organismos internacionales. Esto debido a las implicaciones que tiene para la calidad de vida de cada integrante de la sociedad, sin importar su sexo ni preferencia sexual.
Indicadores de igualdad de género
La manera en que se logra encontrar señales claves, de la existencia de la igualdad de género, son:
- Existencia de participación política.
- Acceso a la educación.
- Oportunidades de acceso al trabajo.
- Igualdad de salarios por el mismo trabajo realizado.
- Reconocimiento ante la ley.
- Inexistencia de violencia verbal o física.
- Acceso a la salud.
- Posibilidad de libre movilidad y desplazamiento a distintas regiones del mundo.
- Igualdad de la tenencia de la tierra o de poseer bienes materiales.
Repercusiones económicas de la desigualdad de género
El impacto del empoderamiento económico de la mujer, brinda beneficios más allá del contexto social, a continuación algunos puntos clave.
- La desigualdad de género aumenta la vulnerabilidad de los hogares por un tema financiero, debido a una menor tasa de participación económica de las mujeres.
- Ante la existencia de una brecha entre los ingresos de hombres y mujeres, afecta al consumo y esto, a su vez, limita el incremento en la producción.
- Decremento en el desarrollo social.
- Ante la falta de la educación de las mujeres y las niñas limita el crecimiento económico.
Elementos para evitar la desigualdad de género
Las empresas, los hogares y el sector público pueden evitar las desproporcionalidades entre hombre y mujeres, a continuación algunas de las decisiones que se pueden tomar para lograrlo:
Empresas
- Facilitar la posibilidad de hombre y mujeres en lo que respecta al desarrollo de habilidades y capacitación para el trabajo.
Hogares
- Promover y difundir los derechos de las personas para que los hagan valer, mediante el activismo ciudadano.
- Ante la existencia de alguna inequidad, acudir a organizaciones y asociaciones, cuya misión es apoyar la imparcialidad de género.
- Propiciar relaciones de pareja respetuosas.
- Cultivar valores de tolerancia y el respeto, en los hogares. Por ejemplo, hacer uso de frases como «En esta familia los hombres tienen los mismos derechos a conseguir un trabajo que las mujeres«, «El acceso a la universidad es igual de importante para un hijo que para una hija«. Es necesario tener presente que los valores y actitudes inciden en la sociedad.
Gobierno
- Apoyo a iniciativas que permitan el acceso a la educación a niñas y niños.
Por último cabe destacar que la igualdad de género, no discrimina. Y, por tanto, pone en el mismo nivel a mujeres y hombres, pero no trata de privilegiar a ningún género.
