Impuestos personales
El impuesto personal es un tipo de tributo que tiene que estar relacionado obligatoriamente con la persona que tenga la obligación de cumplir con el impuesto.
Este tipo de impuesto tiene sentido debido a las circunstancias de la persona, es decir, será necesario un presupuesto personal para conocer cómo se gravará este impuesto, no se basa en un hecho objetivo únicamente.
Los ejemplos más claros son el Impuesto sobre la renta de las personas físicas o el Impuesto de sociedades.
En el caso del impuesto de las personas físicas, es un tributo que tiene en consideración las circunstancias personales del obligado tributario como por ejemplo su salario.
En cambio, los impuestos reales no tienen en cuenta las circunstancias personales. Así, por ejemplo, en el Impuesto de Valor añadido de los productos, da igual el salario de la persona que vaya a adquirir ese bien, ya que lo importante es el hecho objetivo de comprar el producto y por el cual se genera la obligación de pagar el tributo.
Por tanto, los impuestos personales tienen como referencia una determinada persona y las circunstancias de esa persona.
Ejemplo de impuestos personales
Poniendo ejemplos para entender bien esta diferencia:
Características de los impuestos personales
Los impuestos personales tienen ciertas características:
- Se considera un impuesto global.
- Quiere gravar toda la capacidad económica de la persona obligada.
- Solo serán impuestos personales los que coincide el sujeto pasivo con el destinatario del tributo.
- Un impuesto personal tiene en cuenta las características del sujeto obligado, como por ejemplo la familia, o la propia persona, la salud, las cargas familiares, la edad, lo que afecta a su vez en su consideración fiscal.
- Los impuestos personales suelen ser progresivos precisamente al tener en cuenta todas estas circunstancias, dejando exenta una parte de la renta que sirva para la subsistencia de la persona.