La inflación estructural es la situación en la que se produce un incremento de los precios por la presencia de fallas en la estructura productiva del territorio. Fallas que, dicho sea de paso, pueden producir ese incremento en determinados precios, así como extenderlo a todos los bienes producidos por el tejido productivo del país.
Por tanto, hablamos de inflación estructural cuando se observa un claro crecimiento de los precios, estando estos motivados por una elevación desigual de la demanda o los costes de producción en un sector específico. Ello, aunque la demanda y la oferta en otros sectores sigan en equilibrio.
Esta teoría fue desarrollada en 1950, por un grupo de economistas muy ligados a la CEPAL. Ello, con el fin de completar teorías monetaristas que, en la práctica, no eran del todo verídicas. Es decir, no confiaban en la teoría monetarista. Y es que la situación que atraviesa América Latina durante esta etapa, así como lo vivido posteriormente durante las crisis, provocó la aparición de esta corriente crítica con el fenómeno monetario.
En resumen, los economistas estructuralistas defienden que la inflación no es un fenómeno monetario, sino que es el resultado de desequilibrios reales en la estructura productiva. Estos equilibrios, aseguran, acaban convirtiéndose en fuertes subidas generales de los precios. Como ejemplo de esto, podemos señalar un desequilibrio entre la oferta y la demanda de un bien básico, por ejemplo.
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Para corregir la inflación, los economistas estructuralistas consideran que no hay que atacar el incremento de la masa monetaria, como critican los monetaristas como Milton Friedman, sino el origen del problema, que es una falla estructural que debe corregirse con otros mecanismos muy distintos a los utilizados para combatir el supuesto fenómeno monetario.
Características de inflación estructural
A modo de resumen, entre las características que presenta la inflación estructural conviene resaltar las siguientes, para entender bien el concepto:
- Es un tipo de inflación.
- Hace referencia a un claro crecimiento de los precios, estando estos motivados por una elevación desigual de la demanda o los costes de producción en un sector clave0 Ello, aunque la demanda y la oferta en otros sectores sigan en equilibrio.
- Esta teoría fue desarrollada en 1950, por un grupo de economistas muy ligados a la CEPAL. Ello, con el fin de completar teorías monetaristas que, en la práctica, no eran del todo verídicas.
- Defienden, por tanto, que la inflación no es un fenómeno monetario, sino que es el resultado de desequilibrios reales. Estos deben abordarse desde otro punto de vista, y no desde el monetarista.
¿Por qué se produce la inflación estructural?
Como sabemos, existen numerosas teorías que tratan de buscar el origen de la inflación. Los estructuralistas, de la misma forma, propusieron las suyas.
A continuación, exponemos dos ejemplos muy sencillos de entender. Dos ejemplos en los que se podrían observar presiones inflacionarias, aunque la masa monetaria no haya sido modificada.
Como sabemos, muchos sectores económicos presentan una demanda muy inelástica. Sin embargo, ello no quita que el insuficiente desarrollo, así como la limitada capacidad de muchas economías, provoque que esa demanda no sea satisfecha internamente, por lo que debe importarlo del exterior.
Las subidas de precios en los mercados internacionales de estos productos no aceleran el aumento de la producción interna. Tampoco se genera la disminución de la demanda. Así, se producen presiones inflacionistas que derivan en un menor poder adquisitivo para el individuo.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en el sector agrario, pues la incapacidad de dotar de alimento agrícola a una gran parte de la población en numerosos territorios genera una incapacidad para satisfacer la demanda, lo que da lugar a incrementos en los precios.
Recordemos que una demanda creciente o constante modifica el punto de equilibrio de una oferta decreciente. Esta oferta, de no aumentar o mantenerse constante, se adapta a la demanda, y acabará derivando en un incremento de los precios.
Otras acepciones de inflación estructural
Por último, conviene señalar antes de acabar que la inflación estructural también presenta alguna acepción que debe señalarse.
En este sentido, tenemos la inflación crónica o la inflación resaca. Este es un tipo de inflación que se produjo en el pasado, pero que ha ido persistiendo hasta estar presente en la actualidad. Es decir, que hablamos de una inflación que se extiende en el tiempo.