Ingresos activos
Los ingresos activos son aquellos que se consiguen tras realizar un trabajo de forma permanente que requiere tiempo, dedicación y, en ocasiones, capital.
Es decir, los ingresos activos son aquellos que se obtienen al dedicar tiempo y esfuerzo de manera regular.
Los ingresos activos son los más comunes. Una persona que realiza un determinado trabajo a cambio de un sueldo está recibiendo un ingreso activo. Este tipo de ingresos está muy ligado al tiempo.
Las personas tenemos un recurso muy limitado que es el tiempo disponible para desempeñar las funciones de un puesto de trabajo. Por este mismo motivo, un trabajador cualquiera tendrá un techo salarial en función de la responsabilidad y dificultad del puesto que desempeñe.
En relación a esto, los ingresos activos que puede percibir una persona que no es propietaria de una empresa dependerá de su productividad. Si no conoces este concepto, te lo resumo para que lo entiendas de forma sencilla. La productividad es la relación entre producción y tiempo. Si produces más en el mismo tiempo o si produces lo mismo en menos tiempo, tu productividad se está incrementando.
Es decir, si eres capaz de realizar tus funciones en tu empresa de forma correcta en menos tiempo del estipulado en tu jornada laboral, podrás utilizar ese tiempo extra para generar otros ingresos activos. Sin embargo, una vez que se acaben las 24 horas del día, no podrás producir más.
Desde la perspectiva de las empresas es igual. Los ingresos generados gracias a la actividad principal de la compañía son ingresos activos. Para lograr estos ingresos, la empresa debe dedicar el tiempo de sus empleados en desempeñar ciertas funciones. A su vez, estos ingresos también están limitados a la capacidad de producción de la plantilla. Si quiere incrementarse, habrá que aumentar el personal.
Diferencias entre ingresos activos y pasivos
La diferencia entre estos dos tipos de ingresos reside en que, en el caso de los ingresos pasivos, se generan de forma regular sin que haya que dedicar tiempo de forma permanente.
A pesar de que para generar un ingreso pasivo no es imprescindible realizar una inversión previa, sí que es la forma más habitual de conseguirlo. Por ejemplo, un ingreso pasivo puede ser el alquiler que te paga una persona por alquilarte una casa.
En este caso, tú como propietario has tenido que dedicar tiempo para buscar el inmueble y capital para comprarlo. También tendrás que estar pendiente de solucionar averías o comprar muebles, pero este trabajo no te requiere una dedicación permanente.
Ejemplos de ingresos activos
Los ejemplos principales de ingresos activos están relacionados con el mundo del trabajo:
- El sueldo de un profesor de matemáticas en un centro educativo.
- Los ingresos de un panadero por la venta del pan que elabora cada mañana.
- Los ingresos de una empresa de construcción de carreteras.
- El sueldo de una persona que se dedica a la limpieza y preparación de las habitaciones de un hotel.
En conclusión, los ingresos activos son percibidos por la mayor parte de la sociedad. Son todos aquellos que se obtienen tras dedicar tiempo de forma permanente en producir bienes y servicios.