Inversión global
La inversión global es una estrategia que consiste en adquirir activos financieros de varios países del mundo. Esto, con el objetivo de diversificar el portafolio y distribuir el riesgo entre distintos mercados.
Es decir, este tipo de táctica le permite al agente invertir en acciones, bonos y otros instrumentos de diversos países. Así, aumenta su potencial número de fuentes de ingresos.
Cabe señalar que, cuanto más diversificado sea un portafolio, menor será su riesgo. Esto, debido a que, aunque disminuya el valor de uno de los activos de la cartera, puede producirse un aumento en otro.
Características de la inversión global
Entre las características de la inversión global destacan:
- Es lo contrario a la inversión doméstica, que es cuando el agente adquiere solo instrumentos financieros de su propio país.
- Se debe tener en cuenta el riesgo de tipo de cambio, es decir, una potencial pérdida por la disminución en el valor de una divisa. Por ejemplo, imaginemos que un español adquiere bonos de una empresa estadounidense, recibiendo un retorno periódico en dólares. Entonces, si el precio del dólar disminuye, los ingresos del inversor -al cambiarlos a euros- caerán también.
- Es una estrategia que debe considerar la variable geopolítica. Puede ser, por ejemplo, que el gobierno de un país decida imponer restricciones o mayores impuestos a las inversiones extranjeras.
- Otra variable que puede impactar en la inversión global son las políticas de las autoridades monetarias, por ejemplo, si suben o bajan su tipo de interés de referencia.
- Los países desarrollados ofrecen un menor nivel de riesgo al inversor, es decir, garantizan rendimientos más estables en el tiempo. Esto, en comparación a los países emergentes o a aquellos en vías de desarrollo, donde se registra mayor volatilidad, pero también una rentabilidad más alta.
Tipos de activos en un portafolio global
Al implementar una estrategia de inversión global, se pueden adquirir diferentes tipos de activos como los siguientes:
- Bonos: Son instrumentos de deuda emitidos por una empresa o país (bonos soberanos). El comprador «presta» dinero al emisor y a cambio recibe un pago periódico.
- Acciones: Estos activos son una parte del capital social de la empresa. Es decir, el comprador se convierte en socio de la compañía emisora. Se obtienen ganancias revendiendo la acción y/o al recibir el pago de dividendos.
- Derivados financieros: Son instrumentos (opciones, futuros, swaps y forward) cuyo valor va cambiando en función a otro activo subyacente, por ejemplo, un índice bursátil.