Maquiavelismo
El maquiavelismo hace referencia a la obra de Maquiavelo, la cual habla de sobreponer los intereses del Estado a cualquier otro principio o interés.
Cuando hablamos de maquiavelismo lo podemos hacer en dos sentidos. Por un lado, el que hemos definido anteriormente, es decir, la doctrina e ideas principales que emanan de la vida y obra del autor Nicolás Maquiavelo.
Entre estas ideas encontramos algunas como la de primacía del Estado sobre otras cuestiones o principios; o la de la consecución de los objetivos, quitando importancia a los medios empleados.
Sin embargo, también encontramos otro significado, seguramente más conocido pero menos académico. Nos referimos a la personalidad de un ser humano, diremos que una persona es maquiavélica cuando esta es calculadora, fría, interesada, egoísta y con falta de empatía. Una persona que prima su interés por encima de todo, negando importancia a las consecuencias negativas que pueda ocasionar sobre terceros.
Contexto
Una cosa indispensable que tenemos que tener en cuenta a la hora de analizar un autor es el contexto en el que desarrolló su obra. Maquiavelo plasmó su doctrina en una Italia dividida, donde se sucedieron las llamadas guerras italianas entre 1494 y 1559. Guerras que se disputaron en suelo italiano entre diferentes potencias europeas y los propios habitantes de la península.
En este contexto cambiante y de constante asedio, el autor desarrolló obras como El Príncipe, la más famosa y la más analizada para conocer el pensamiento político de Maquiavelo. En ella, el italiano establece cómo ha de comportarse un gobernante para ser a la vez temido y querido, mantenerse muchos años en la dirección del país y reforzar al máximo la fuerza e integridad del Estado.
Características del maquiavelismo
Del maquiavelismo podemos obtener las siguientes características principales que lo definen:
- Es la doctrina que emana del pensamiento del autor italiano Nicolás Maquiavelo.
- Su idea principal es la de preservar la fuerza e integridad del Estado por encima de otros intereses.
- El gobernante ha de encontrar el perfecto equilibrio entre la justicia y la represión. Ser querido pero también temido.
- El gobernante ha de estar al margen de las cuestiones morales, los objetivos han de estar por encima de cualquier otra consideración.
- Separación entre Iglesia y Estado.
Maquiavelismo en psicología
Como mencionamos también al principio, el maquiavelismo se ha expandido en lo relacionado con la personalidad del ser humano. Tal fue, y es todavía, la importancia de la obra de Maquiavelo, que ha trascendido de la estricta ciencia política a otras ciencias como la psicología o la del comportamiento. Es por ello por la que se utiliza en estos campos para definir la conducta de otras personas, llamadas como “maquiavélicas”.
Según esto, los rasgos principales de estas personas son los siguientes:
- Manipulación: El maquiavélico entiende que, para conseguir sus objetivos, ha de entender y manejar para su beneficio al entorno que lo rodea.
- Engaño: Está relacionado con el punto anterior, para manipular a las personas necesita del engaño, del uso de la mentira. Cosa que justifica porque su fin es más importante que la falta de ética y moral que constituye el hecho de mentir.
- Falta de empatía: Al maquiavélico no le importa las consecuencias negativas que impacta en los demás.
- Egoísmo: Esta persona mira para sí misma, todas sus actuaciones están enfatizadas en su crecimiento personal o profesional.
- Imperturbable: Se trata de una persona fría y calculadora, es paciente y no se altera por aquellas cuestiones que le son adversas. Espera el momento adecuado para actuar.
Dicho esto, cabe resaltar que, al menos en la política moderna, entre otros sectores, estos son elementos que en mayor o menor medida son compartidos por los políticos que operan en las altas esferas. Ya que, prácticamente le es obligado seguir estas conductas si quieren alcanzar grandes cuotas de poder político.