Mayoría
Una mayoría supone que la gran parte de votos emitidos por un número determinado de personas sean en una misma dirección, indistintamente si se trata de un voto en contra, a favor, o por un partido político o candidato.
Que exista una mayoría quiere decir que hay una propuesta que recibe más respaldo que las demás. Aunque, además, hay distintos tipos de mayoría. Lo que tienen en común todos estos tipos (simple, absoluta y cualificada) es que hay una opción que es preferida por encima del resto.
Cuando decimos que da igual la orientación del voto nos referimos a que es indistinto que el voto sea positivo o negativo, ya que puede que la mayoría esté en contra de algo. Pero se suele entender o usar en su faceta positiva, ya que los acuerdos se adoptan si la mayoría los acepta votando positivamente. Si, por el contrario, la mayoría de votos emitidos va en contra de la propuesta, esta no se acepta.
Tipos de mayoría
Como hemos mencionado anteriormente, existen generalmente tres tipos de mayoría:
Mayoría simple
La fórmula de la mayoría simple es muy utilizada en todo tipo de decisiones. Consiste en que la propuesta más votada es la ganadora, independientemente del resultado total que saquen el resto de opciones. Esto quiere decir que se puede aprobar una decisión con, por ejemplo, el 35% de los votos, siempre que el resto de propuestas obtengan un respaldo menor.
Vamos a verlo con un ejemplo sencillo pero clarificador. Una familia de diez miembros decide pintar su casa, pero hay conflicto por el color con el que lo van a hacer, por eso deciden realizar una votación. El color blanco recibe el apoyo de tres miembros, dos prefieren rojo, dos eligen azul, dos quieren rosa, y uno dice marrón. El color blanco se impone con solo 3 de 10 votos, pero como es la opción más votada decimos que ha obtenido una mayoría simple. Muy lejos del 50%+1 que demanda la mayoría absoluta.
Siguiendo con el ejemplo anterior, para evitar que el 30% imponga su resultado al resto, hay países que en sus elecciones establecen una segunda vuelta entre las dos opciones más votadas. Otro ejemplo, imaginemos que de entre cuatro candidatos, el más votado ha obtenido el 35%, pero a su vez es el más odiado por toda la población. Una segunda votación entre los dos más votados impediría que este gobernase, ya que la mayoría de la población votaría al segundo candidato.
Absoluta
Es otra opción muy utilizada en política u otros sectores como el judicial o el empresarial. Consiste en que la opción adoptada ha de contar con más del 50% de los votos emitidos. Si una propuesta recibe la mayoría de los votos, pero estos no llegan al 50%+1 del total, dicha propuesta se entenderá como declinada.
Vamos a poner otro ejemplo de ello, un caso hipotético pero real. Un país, cuya asamblea es de cien representantes, decide llevar a votación la derogación de la ley que prohíbe el uso de las drogas blandas. Tal es la importancia del tema, que la ley que lo regula solo se puede modificar a través de una mayoría absoluta. Los resultados son los siguientes: 45 personas votan a favor de la derogación, 40 van en contra, y 15 se abstienen. Pues bien, la derogación de la prohibición no prospera puesto que, aunque la mayoría de las personas han votado por el “sí”, esta representa solo el 45% de los votos emitidos (45/100). Por lo tanto, al no llegar al 50% + 1 requerido, la propuesta es denegada.
Cualificada
La mayoría cualificada es aquella que necesita del respaldo de una cantidad de votos mayor al de la mayoría absoluta. Esta cantidad queda fijada por ley. Es usada para propuestas muy trascendentales o de vital importancia, como puede ser la modificación de una constitución, o la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Esto es así para que decisiones tan importantes no sean exclusivamente tomadas por un partido en caso de obtener mayoría absoluta en las elecciones.
Por ejemplo, en España, los miembros elegidos para el Consejo General del Poder Judicial que dependen de las Cámaras, necesitan el respaldo de tres quintos de las mismas. El mismo respaldo que necesita la Constitución para ser modificada. Incluso, para algunos aspectos más importantes, la mayoría necesaria es de dos tercios.