Mayoría absoluta
La mayoría absoluta sucede o existe en una votación cuando, de entre todas las personas con derecho a voto, la mayoría de ellas vota en el mismo sentido o lo mismo. Es una fórmula muy usada, y en ocasiones necesaria, en elecciones y en la aprobación de propuestas y leyes parlamentarias.
En cualquier tipo de elección o votación, para aprobar una propuesta es necesario que haya una mayoría. Esta puede ser simple, cualificada o absoluta. Esta última se caracteriza por ser muy utilizada en votaciones de carácter político. Consiste en que los votos favorables emitidos sean la mayoría, más uno del total de los votos emitidos más las abstenciones.
Por ejemplo, en una votación de 100 personas, la mayoría absoluta será aquella que constituya 51 votos o más. Si estos 51 votos son favorables, la propuesta será aprobada.
En el caso de que la votación contemple tres o más opciones, para que haya una mayoría absoluta es necesario que una de ellas obtenga más del 50% de los votos.
Por ejemplo, si de 100 votos, la opción A obtiene 55 votos; la B 40; y la C 5, decimos que la opción A tiene mayoría absoluta. En cambio, si A dispone del 40%; B del 35% y C del 25%, decimos que A tiene mayoría simple, pero no mayoría absoluta.
Hay que destacar que muchas votaciones tienen que cumplir unos requisitos adicionales. Como el quórum, es decir, que en la votación estén presentes un número determinado de personas que constituyen el órgano que vota. También existen alternativas por si existe bloqueo, como una segunda votación, la figura de la abstención o la mayoría simple.
La mayoría absoluta en política
La mayoría absoluta, como hemos mencionado, se usa mucho en política para adoptar todo tipo de decisión. Y esta ha de superar al número de abstenciones más los votos en contra. Por ejemplo, si de 100 parlamentarios hay 40 votos negativos, 45 positivos, pero 15 abstenciones, la votación no prosperará aunque existan más votos positivos que negativos.
Esta fórmula se aplica en los siguientes casos:
- Elección del presidente del Gobierno (regímenes parlamentarios y semipresidenciales).
- Moción de censura.
- Declaración de Estados de alarma, excepción y sitio.
- Aprobación de leyes orgánicas.
- Elección de otras figuras como el alcalde de un municipio.
Gobiernos con mayoría absoluta
La mayoría absoluta resulta especialmente relevante en este caso. Ocurre cuando el partido del Gobierno posee más de la mitad de los escaños en el Parlamento. En estos casos, el partido del Gobierno puede aprobar cualquier ley que le parezca, ¿por qué? porque el mayor número de personas con derecho a voto son de su partido.
Por un lado, provoca una disminución de la calidad democrática. La oposición no tiene un papel real en la adopción de decisiones, puede controlar al Gobierno, deliberar, debatir, etc. pero no puede impedir la aprobación de una ley que requiera de mayoría simple o absoluta. Pero por otro lado mejora la gobernabilidad, no hay situaciones de bloqueo debido a que la oposición no puede tumbar las decisiones del Ejecutivo.
Para contrarrestar esta situación, las decisiones más trascendentales se toman por mayoría cualificada, que necesita de un consenso aún mayor.
Esto tiene sentido en los regímenes parlamentarios, debido a la estrecha relación entre Legislativo y Ejecutivo. En los regímenes presidenciales, el jefe del Estado es la misma persona que detenta la jefatura del Gobierno, pero ha de compartir el poder con el Parlamento.
En España, el PSOE disfrutó de tres legislaturas con mayoría absoluta (1982-1993). Y el PP la consiguió en las elecciones del año 2000 y en las de 2011.