Medioambiente

El medioambiente es el conjunto de compuestos químicos, elementos físicos y seres vivos que forman parte de un entorno. Todos estos interactúan, dependiendo incluso unos de la supervivencia de otros.

Es decir, en un medioambiente conviven tanto elementos biológicos o con vida, como los animales y las personas, como aquellos elementos abióticos. Estos últimos pueden ser compuestos químicos o materiales que no tienen vida.

Otro punto a tener en cuenta es que el medioambiente también lo conforman aquellos elementos artificiales creados por el ser humano, desde lo que puede ser una pequeña cabaña hasta una gran construcción.

El cuidado del medioambiente es necesario pensando en el largo plazo. Como es advertido desde diversos ámbitos académicos, el cambio climático, agravado por la mayor liquidación de recursos naturales y el empleo de tecnologías contaminantes, puede tener efectos como la desaparición de especies y una menor vegetación.

Componentes del medioambiente

Los componentes del medioambiente son:

• Organismos vivos, tanto animales como plantas. En esta categoría, también encontramos a las bacterias, y quizás los virus (aunque hay discusión sobre si puede considerarse a estos como seres vivos).
• Agua, ya sea de ríos, lagunas, mares o de otras fuentes. Se trata de un elemento indispensable para el desarrollo de la vida.
• Aire, donde es posible identificar el nivel de contaminación de un espacio. Esto, por la cantidad de dióxido de carbono que alberga.
• Suelo, que puede variar según la altitud, la latitud, la cercanía al mar o a alguna cordillera, entre otros factores.
• Recursos naturales como los minerales, el petróleo, el gas, entre otros, los cuales forman parte de la naturaleza y son explotados por el ser humano.

Cuidado del medioambiente

El medioambiente puede cuidarse mediante varias medidas, como las siguientes:

• Reducción del consumo de plásticos de un solo uso.
• Evitar el uso del coche, y, en su lugar, optar por el transporte público, la bicicleta o caminar.
• Reciclar, y para facilitar esto, lo más práctico es separar la basura entre los desechos orgánicos y aquellos materiales que son reciclables, como las botellas y las bolsas de plástico.
• No dejar conectados, durante la noche, aparatos electrónicos si no es indispensable pues, aunque no sea en gran cantidad, se consume energía.
• No olvidemos las tres r: reducir (el consumo de energía, por ejemplo), reciclar (que ya lo mencionamos) y reutilizar (por ejemplo, las botellas, pues, una vez consumido el producto que contienen, pueden usarse para almacenar otros líquidos o materiales).
• Aplicar la economía circular. Este es un modelo productivo basado en la sostenibilidad y el ahorro de recursos. Así, los bienes se producen, se consumen, pero no se desechan del todo, sino que se recicla para volver a producir rescatando el material reutilizable, entrando en un ciclo de vida circular.