Producto homogéneo
Un producto homogéneo es un objeto que carece de atributos que los distingan de entre el resto de su misma categoría.
Los productos homogéneos por su naturaleza y la utilidad para el consumidor no presentan diferencias significativas, por lo que la decisión de compra es indiferente entre uno y otro. Por lo tanto, se puede considerar a un producto como homogéneo si tiene coincidencias con otros productos.
Un producto homogéneo cumple con las condiciones generales de un sustituto perfecto. Esto debido a que sus características satisfacen las necesidades del consumidor de igual forma que lo haría otro producto. Sin embargo, una característica que puede alejarlos de ser idénticos es su precio, es por ello que, para el consumidor esta variable es el elemento fundamental para tomar su decisión de compra.
Los modelos económicos que consideran la existencia de competencia perfecta; definen a los productos homogéneos como aquéllos que no presentan variantes en el precio, sin embargo, en la práctica no se da una competencia perfecta pura, es por ello que, en el mercado el precio si es un atributo.
Por otra parte, en un mercado de tipo monopólico, los productos homogéneos son únicos, ya que en este tipo de mercado solo existe un productor de ese bien o servicio en cuestión. Mientras que en el mercado de tipo oligopólico los bienes o servicios son similares, por lo que si se puede presenciar la existencia de productos homogéneos.
¿Para qué sirve detectar un producto homogéneo?
Identificar este tipo de productos es de gran utilidad para los tomadores de decisiones de consumo, ya que pueden optar por comprar un producto homogéneo de menor precio para la satisfacción de sus necesidades.
De la misma manera otros tomadores de decisiones en el mercado son las empresas, quienes deben identificar si el producto que ofrecen es homogéneo a otro, esto le permitirá ubicar claramente con qué producto compiten. Además, le será de gran utilidad buscar la manera de agregar valor a su producto, a fin de diferenciarlo y no competir por precio, porque la empresa con la que compiten puede buscar una reducción en sus costos de producción y fácilmente lo sacará del mercado.
Ejemplos de productos homogéneos
Algunos ejemplos de productos homogéneos son:
- Sistemas de transporte público y sistemas de transporte privado.
- Fuentes de “[energía renovables y no renovables]” (combustibles fósiles como derivados del petróleo y el uso de energía eléctrica).
- Frutas producidas de manera orgánica y frutas producidas sin procesos orgánicos.
- Fármacos genéricos y fármacos de patente.
- Azúcar y sacarina.
- Automóviles de lujo y automóviles estándar.