La competencia perfecta en un mercado significa que ninguno de los agentes puede influir en el precio del bien o servicio, es decir, tanto los vendedores como compradores son precio-aceptantes.
Se trata de un mercado en el que existen una gran cantidad de productores de una mercancía muy homogénea, en donde la curva de demanda es perfectamente elástica y el precio de mercado (o de equilibrio) surge de la ley de oferta y demanda.
Cuando hablamos de competencia perfecta nos referimos a una situación económica casi ideal y poco probable en la realidad.
No obstante, este modelo es muy útil en el estudio de ciertos mercados que pueden acercarse a la competencia perfecta. Así, hay pocos sectores que puedan considerarse total o perfectamente competitivos.
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Podemos encontrar algunos mercados parecidos a la competencia perfecta en el sector agrícola, en el mundo de las subastas o, en menor grado, en el mercado de materias primas.
Características de la competencia perfecta
Entre las condiciones para que existan competencia perfecta se encuentran:
- Libreconcurrencia
Las empresas de una competencia perfecta son «precio-aceptantes». Es decir, existe un gran número de compañías y ninguna tiene capacidad para influir en el precio, provocando una situación idílica en la que se maximiza el bienestar de todos los participantes.
- Producto homogéneo
La competencia perfecta exige la necesidad de que haya un producto homogéneo y poco diferenciable entre competidores.
Estaríamos hablando, por lo tanto, de un mercado perfectamente competitivo donde los compradores elegirán el producto de cualquiera de los oferentes.
- Información perfecta
Para que exista un producto homogéneo es vital que la información sobre precios y productos sea perfecta. En otras palabras, los datos deben ser transparentes y claros.
Además, los costes de transacción y los costes de movilidad de los recursos son insignificantes. Así, los consumidores pueden acceder a cualquier productor.
- Ausencia de barreras de entrada o salida
La ausencia de barreras de entrada o barreras de salida en un entorno de competencia perfecta deben ser prácticamente nulas. Es decir, cualquiera puede entrar en el negocio si así lo desea, o abandonarlo, sin que ello suponga un gran despliegue de recursos.
Aparte de las condiciones descritas hasta ahora, debe haber una realidad básica: Todas estas empresas funcionan con la idea de maximizar su beneficio o bienestar. Cuando esto ocurre, se produce un equilibrio de mercado donde la oferta de productos se iguala a la demanda de los mismos.
¿Existen tipos de competencia perfecta?
Dado que es una pregunta que, por lo habitual, suele generar numerosas dudas, hemos de decir que no, no existen tipos de competencia perfecta. La competencia perfecta es la que es, y presenta unos rasgos que, de cumplirse, diremos que estará presente en ese mercado. De lo contrario, esta será imperfecta.
Pero en lo relativo a competencia imperfecta, sí encontramos diversos tipos de competencia imperfecta que, definidos en Economipedia, pueden ayudarnos a entender este concepto.
Tipos de competencia imperfecta
Por tanto, los principales tipos de competencia imperfecta son los siguientes:
- Monopolio: Es una estructura de mercado en la que existe un único oferente de un cierto bien o servicio, es decir, una sola empresa domina todo el mercado de oferta.
- Oligopolio: Es una estructura de mercado en la que existen pocos competidores relevantes y cada uno de ellos tiene cierta capacidad de influir en el precio y cantidad de equilibrio.
- Competencia monopolística: En esta, existe un alto número de vendedores en el mercado que tienen un cierto poder para influir en el precio de su producto.
- Monopsonio: Es una estructura de mercado en el que existe un único demandante o comprador. Mientras que pueden existir uno o varios oferentes.
- Oligopsonio: Es un tipo de mercado en el que hay pocos demandantes, aunque sí puede existir una gran cantidad de oferentes. Por tanto, el control y el poder sobre los precios y las condiciones de transacción reside en los compradores.
Cuando hablamos tanto de los mercados de competencia perfecta como imperfecta, siempre se destaca qué ocurre con los precios. Esto es determinante en una economía y es muy recomendable conocer su funcionamiento. Te dejo por aquí este contenido relacionado: Curso del funcionamiento del dinero y los precios.
Ejemplos de competencia perfecta
Se suele decir que la competencia perfecta como tal, hoy en día, es imposible de alcanzar, por lo que no existe nada más que en teorías y modelos utilizados por economistas para acercarse a la realidad.
Sin embargo, pese a que hablamos de una realidad, antiguamente, cuando la oferta de bienes era más escasa, y el capitalismo no era el sistema que dominaba en los mercados internacionales, esta competencia perfecta sí estaba más presente en determinadas economías, así como sector en concreto.
La agricultura
Así, la agricultura puede ser un primer ejemplo. En este sentido, hablamos de productos muy similares. Dicho de otra forma, son productos genéricos, por lo que muchos agricultores los puede producir. Como el producto es homogéneo, es fácil comprar un terreno y cultivarlo; basta con que sea fértil. De la misma forma, tampoco encontramos muchas barreras de entrada, pues es fácil entrar y salir del mercado.
Por esta razón, se dice que la agricultura es un ejemplo aproximado de competencia perfecta.
El arroz
Para afinar más aún, veamos un producto específico de esta industria.
En este caso, hablamos del arroz.
El arroz que producen las diversas empresas que se dedican a ello es, en la práctica, exactamente igual. Por esta razón, los consumidores no se inclinarán por una marca u otra atendiendo a unas cualidades que, en la práctica nuevamente, no existen.
Así, podríamos decir que la oferta y la demanda son constantes, mientras el precio es siempre el mismo en casi todas, es decir, existe un equilibrio. Dicho de otra forma, a los productores de arroz no les interesa aumentar el precio, puesto que, debido a esa homogeneidad, los consumidores comprarían el arroz a otra empresa, dado que es igual.
Por lo tanto, la información está a disposición de todos, y si un nuevo productor quisiera entrar en el mercado del arroz, por ejemplo, podría hacerlo sin barreras de entrada que se lo impidan.