Recompra de acciones
La recompra de acciones, también conocida como readquisición de acciones, es una transacción por la cual una compañía cotizada compra acciones propias en el mercado para luego amortizarlas o eliminarlas.
La recompra de acciones es un procedimiento para remunerar al accionista que supone una alternativa beneficiosa a nivel impositivo frente a los dividendos. En inglés se conoce como share buyback.
La recompra de acciones en contabilidad y finanzas
Las empresas toman esta decisión cuando detectan que sus acciones están infravaloradas. Es decir, cuando su precio de cotización en bolsa es inferior al valor intrínseco de la compañía.
Reducen el número de acciones en circulación en bolsa o free float persiguiendo dos objetivos:
- Aumentar el precio de cotización, a igualdad de demanda de acciones.
- Aumentar el beneficio por acción (BPA), a igualdad de rentabilidad y situación financiera.
La recompra de acciones puede alterar de manera apreciable el precio de cotización de las acciones de una compañía. Por eso, según la normativa actual sobre abuso de mercado, esta práctica constituye información privilegiada en España desde febrero de 2020 y debe comunicarse a CNMV para su difusión a través de su página web. Anteriormente, tanto la información privilegiada (IP) como otra información relevante (OIR) formaban parte de un bloque conjunto de hechos relevantes.
Ventajas de la recompra de acciones
Bajo la óptica del accionista, este se ve beneficiado por tres motivos:
- Ve incrementada su participación en la compañía: Por ejemplo, si una sociedad tiene un free float de 1.000 acciones y un inversor tiene 50 acciones, su participación es del 5% (= 50/ 1.000 acciones). Pero si la empresa anuncia la recompra de 200 títulos, entonces quedarán 800 en circulación. Por tanto, el inversor verá incrementada su participación en la compañía hasta mantener el 6,25% (= 50/ 800 acciones). Su participación ha aumentado 1,25 puntos básicos.
- Ve incrementado su beneficio por acción o BPA: Siguiendo con el ejemplo anterior, si esa misma compañía tiene un beneficio de 2.000 euros, el inversor ganará un BPA de 2 euros por acción antes de la recompra (= 2.000/ 1.000). Mientras que después de la recompra, ganará 2,5 euros por acción (= 2.000/ 800). Su ganancia ha aumentado en 0,5 euros por acción.
- No conlleva cargas fiscales si conserva las acciones, es decir, si no las vende. Frente al pago en dividendos, la recompra de acciones es una forma de remuneración más flexible para el accionista en tanto que él decide cuándo hacer efectiva la ganancia y, por tanto, cuándo tributar.
Bajo el prisma de la compañía, no sólo lanza la señal de que tiene liquidez suficiente. También refleja que está infravalorada y de que le augura un futuro magnífico al negocio. Por lo que realiza la recompra para tener derecho a mayores beneficios futuros. En consecuencia, es probable que muchos agentes se animen a comprar sus acciones, ello aúpe la cotización y termine capitalizando más en bolsa si las expectativas se cumplen.
Además, el incremento del BPA puede ser un incentivo para aumentar la demanda sobre los títulos de la compañía. Bien, porque los inversores existentes compren más títulos o, bien, porque aumente el número de inversores. O una combinación de ambos casos. En cualquier caso, si esto ocurre, también aumentará el precio de cotización.
Desventajas de la recompra de acciones
En ocasiones, esta técnica puede suponer una alarma para los mercados, ya que el efectivo de la compañía sale de la empresa en lugar de reinvertirlo en ella para seguir creciendo.
Esto puede interpretarse como ausencia de crecimiento futuro. Si la empresa no es capaz de encontrar proyectos rentables a corto plazo, verá mermada su generación de beneficios y esto podrá alejar a inversores potenciales.
Por otro lado, si los fundamentales de la compañía son débiles, se puede crear un impulso artificial en el precio de cotización que termine desplomándose tiempo después.
En entornos de bajos tipos de interés, suele ser frecuente que las sociedades cotizadas cambien equity por deuda, ya que sería más eficiente en términos de coste. De ahí la importancia de analizar la evolución y el crecimiento de la deuda de la compañía tras la recompra para determinar cómo de expuesta estaría ante cambios adversos en los tipos de interés.