Reserva de valor
Una reserva de valor es aquel activo que tiene un valor real estable en el mercado, evitando fuertes fluctuaciones a lo largo del tiempo. Este tipo de activos son utilizados para proteger el valor de los ahorros de los inversores en momentos de elevada volatilidad o inflación.
La economía es cíclica y va superando etapas tanto de crecimiento como de decrecimiento a lo largo del tiempo. Por lo que en situaciones de crisis el valor de los activos cae y los bancos centrales suelen tomar medidas monetarias expansivas para contrarrestar los efectos de esa parte del ciclo.
Por este motivo, se pueden dar periodos de elevada inflación, haciendo disminuir considerablemente el valor del dinero. Existen países como Argentina o Venezuela que han sufrido periodos inflacionarios muy fuertes, causando grandes pérdidas en el valor de los ahorros de los ciudadanos.
En estas circunstancias, los ahorradores deben buscar la compra de determinados activos que les protejan de la pérdida de valor de su dinero. Una persona ahorradora, generalmente, quiere tener su dinero a salvo y trata de evitar grandes riesgos. Estos activos que precisan, por tanto, son los considerados una «reserva de valor», pues son activos menos sensibles al ciclo económico, por lo que su precio es más estable y el riesgo de pérdida es menor.
Veamos algunas de sus características a continuación.
Características de una reserva de valor
Así pues, los activos que actúan como reserva de valor se revalorizan cuando hay inflación o incertidumbre, protegiendo al inversor de la volatilidad. Junto a esto, el valor de estos activos no suele ser muy sensible a coyunturas económicas. Cuando se da un proceso de crecimiento económico o de crisis se mantiene mucho más estable que otros activos, como las acciones.
Asimismo, también queremos destacar que aunque sean activos con cierta resistencia a los cambios económicos, tampoco está garantizado su valor. La reserva de valor puede sufrir caídas y grandes subidas, como ocurre cuando se da una crisis, aunque no es lo normal.
Por último, para que un activo sea considerado valor refugio es necesario que sea escaso. Un activo que sea muy abundante está sujeto a un mayor número de fluctuaciones en su precio. Otro requisito es que debe ser duradero en el tiempo. Un activo que no es duradero no puede mantener su valor de forma prolongada.
Ejemplos de reserva de valor
Existen numerosos ejemplos de activos considerados una reserva de valor. Seguramente pensando un poco en los activos que conoces, los cuales reúnen las condiciones mencionadas anteriormente, puedes encontrar diversos ejemplos.
El oro
En primer lugar, debemos hacer mención al oro. El oro es un metal escaso que se suele adaptar muy bien a las coyunturas económicas sin sufrir grandes fluctuaciones. Sumado a esto, también podemos mencionar los títulos de renta fija, algunos incluso incluyen protección contra la inflación.
El arte y el inmueble
Por otro lado, los activos relacionados con el arte también se suelen adaptar bien a la inflación y las épocas de crisis no hacen caer mucho su precio. Por último, según qué activos inmobiliarios, pueden ser considerados reservas de valor.
En conclusión, una reserva de valor es un activo poco sensible a los ciclos económicos y que, a pesar de no ofrecer grandes rentabilidades por su escasa variación en el precio, tampoco sufre grandes caídas. Son activos cuyo valor se suele ajustar a la inflación, protegiendo a su propietario de la misma.