Comisión de Retrocesión: ¿Qué es y cómo evitarla?

Retrocesión Qué Es

¿Qué son las retrocesiones?

Una retrocesión es una comisión que los gestores de fondos pagan a los intermediarios financieros por distribuir y aconsejar la contratación de determinados productos financieros.

  • Los fondos se clasifican en 'limpios' y 'no limpios' basados en si requieren o no retrocesiones.
  • Aunque la retrocesión la pagan los gestores, el costo finalmente recae sobre el cliente.
  • Las retrocesiones son acuerdos privados y carecen de transparencia.

Las retrocesiones: Explicación sencilla

Dicho de otra manera, las retrocesiones son comisiones que los gestores de fondos de inversión pagan a bancos o asesores financieros por recomendar y vender sus productos financieros.

Básicamente, si un banco te sugiere que inviertas en un determinado fondo de inversión, es posible que el banco reciba una comisión del gestor de ese fondo por haberlo recomendado. Aunque esta comisión la paga inicialmente el gestor del fondo, el costo finalmente lo termina cubriendo el cliente, es decir, tú, como parte de los costes totales del fondo de inversión. Es por eso que las clases de los fondos que tienen retrocesión suelen tener comisiones bastante más altas.

Las retrocesiones son acuerdos privados entre gestores de fondos y entidades financieras, y por lo general, no son revelados al público. Este tipo de comisiones es común en España, aunque en otros países europeos como Holanda o el Reino Unido, están prohibidas debido a regulaciones más estrictas.

La Comisión Europea también está trabajando para eliminar las retrocesiones y otras comisiones similares, buscando mayor transparencia en la industria financiera.

¿Cómo funciona una retrocesión?

Tomemos un ejemplo práctico para explicar la operativa de las retrocesiones. Todo comenzará con una gestora, que creará un fondo de inversión. Para poder comercializar dicho fondo de inversión, será necesario que cuente con alguna entidad financiera dispuesta a recomendar la contratación de su producto.

Asimismo, es habitual que las entidades financieras exijan a sus clientes el pago de una comisión de gestión por operar con fondos de inversión. Dependiendo de las comisiones a pagar por la contratación de fondos de inversión, distinguiremos entre clase limpia y clase no limpia.

  • Clase limpia: No es necesario el pago de la retrocesión, si bien hay que satisfacer el pago de una pequeña comisión de gestión, como en cualquier fondo de inversión.
  • Clase no limpia: Además de la comisión de gestión que cobra la clase limpia, se suma la comisión de retrocesión. Es por eso que siempre es más cara la clase sucia de un fondo que la clase limpia.

¿Qué puede hacer el inversor para no pagar retrocesiones?

En primer lugar, antes de decidir contratar un fondo de inversión, es imprescindible informarte a fondo. Para ello, es fundamental prestar atención a los folletos, que proporcionarán toda la información relativa al fondo de inversión.

La clave está en contratar la clase limpia de ese fondo, que es la que no incluye comisión de retrocesión.

Con el fondo de clase limpia ya seleccionado, es necesario encontrar una entidad que comercialice fondos de inversión de dicho tipo. Sin embargo, encontrar entidades que comercialicen fondos de clase limpia supone una tarea complicada, pues pocos bancos comercializan fondos sin retrocesiones. Todo ello se debe a que las retrocesiones suponen una importante fuente de ingresos para los bancos a costa de una disminución de la rentabilidad para el cliente.

Los fondos indexados o ETFs prácticamente nunca incluyen comisión de retrocesión. Por lo que si quieres evitar pagar esta comisión (y ahorrar en otras comisiones) este tipo de fondos puede ser una buena alternativa.

¿Cómo perjudican las retrocesiones al inversor?

No cabe duda de que las retrocesiones tienen efectos perjudiciales sobre el inversor. Las retrocesiones son comisiones a las entidades financieras que suponen verdaderos incentivos monetarios. De ahí que, a mayor comisión, mayor interés del banco por recomendar un determinado fondo de inversión.

De hecho, las retrocesiones suelen suponer la mayor parte de la comisión de gestión de los fondos de inversión. Dicha comisión deberá ser abonada por el inversor, lo que termina perjudicando su rentabilidad. Bien es cierto que si se establece un incentivo elevado para vender un fondo de inversión, es posible que, dada su calidad, dicho fondo no sea la opción de inversión más recomendable.

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David López Cabia , 05 de agosto, 2023
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