Salvaguardia económica
Una salvaguardia económica es una medida restrictiva aplicada por un Gobierno en lo relativo al comercio de un país con el exterior. Esto, con el objetivo de proteger determinados sectores ante un posible daño exterior.
Por tanto, podemos decir que es una medida de tipo proteccionista.
Cuando un país encuentra una posible amenaza para determinados sectores de su economía nacional, toma medidas para evitarla.
Eso sí, son medidas excepcionales para situaciones excepcionales.
Razones para aplicar una salvaguardia económica
Para justificar la aplicación de una salvaguardia económica, se pueden utilizar dos enfoques.
- En primer lugar, tenemos el planteado por John Jackson en su libro «The World Trading System» (1989). En él, Jackson justifica este tipo de medidas por la presión política que se produce en el corto plazo, debida a los diferentes lobbies afectados. Todo ello, curiosamente, para promover la liberalización del comercio una vez finalice la situación que la provocó.
- Por otro lado, tenemos un enfoque de ajuste económico necesario como paso previo a la mencionada liberalización del comercio. De esta forma, con la medida se busca que los sectores afectados tengan tiempo para transformarse.
Además, tenemos una situación excepcional. Durante una investigación, puede ser necesario proteger ciertos sectores que sufrirían un daño irreparable mientras se decide. Estaríamos ante un caso de salvaguardia económica provisional.
Clases de salvaguardia económica
El marco jurídico de la Organización Mundial del Comercio (OMC) establece estas tres clases:
- Salvaguardia general: En este caso, las medidas que limitan la importación son para toda la economía, sin especificar sectores concretos.
- Salvaguardia especial para productos agropecuarios: Como su nombre indica, se refiere a la protección dirigida al sector primario.
- Garantía o Salvaguardia bilateral: Son medidas que se aplican entre dos países. De esta forma, cada uno de ellos podrá protegerse del otro.
Ejemplo de salvaguardia económica desleal: El dumping.
Para terminar, veamos un ejemplo de una medida considerada desleal (que no ilegal) por la OMC: el dumping.
Esto se da cuando un país exporta a precios inferiores a los que vende en su mercado interno. A veces, incluso, por debajo del coste de producción.
Imaginemos un país que exporta televisores a 500$ la unidad, pero en su mercado interior los vende a 700$. En este caso, estaríamos ante un caso de dumping.
La OMC no prohíbe esta práctica. No obstante, ofrece una serie de recomendaciones antidumping. De hecho, le permite tomar medidas de protección que impidan esta práctica del dumping. Así, el país perjudicado puede aplicar una salvaguardia económica para combatirlo.