Transparencia bancaria
La transparencia bancaria hace referencia a las buenas prácticas de las entidades financieras con los clientes y los supervisores bancarios en cuanto a productos bancarios y balance de situación se refiere.
En general, la transparencia bancaria va relacionada con los códigos de buenas prácticas que los bancos y otras entidades de carácter financiero están obligadas a implantar.
En concreto, la transparencia bancaria mide el nivel de información dada por parte de la entidad bancaria (a los supervisores y agentes interesados) sobre su situación económico patrimonial, y también hace alusión al buen trato e información veraz de los productos y operaciones con sus clientes.
Estas buenas praxis son de obligado cumplimiento por parte de las entidades sujetas a la supervisión y gestión de los órganos encargados de ello, y suponen el establecimiento de obligaciones específicas en relación a los contratos, productos y procedimientos, informando de las condiciones y regulando criterios relacionados con la publicidad y actuación. Esto, para que todo ello no suponga una pérdida o perjuicio de los clientes.
También, desde el otro lado, la transparencia bancaria va encaminada a ofrecer una información veraz, real y ajustada sobre la situación de las entidades. Así, las instituciones supervisoras pueden emprender acciones y anticiparse a determinadas circunstancias que podrían devenir en problemas sistémicos que necesiten ayuda.
Problemática de la transparencia bancaria
Al iniciar el siglo XXI se han dado numerosos casos de engaños masivos y fraudes en la información y documentación de buena parte de las entidades de todo el planeta, fruto de la competencia y las bajas rentabilidades, o de inversiones en sectores ruinosos.
Por ejemplo, se han dado ofertas masivas de productos complejos y de alto riesgo a personas que no tienen un perfil financiero avanzado para saber en qué consistían, y que suponían saltarse las normas en lo que a información y veracidad se refieren.
A la par de estas circunstancias, se han producido fraudes contables e información adulterada de los estados contables y financieros de los bancos con el fin de evitar el rescate y liquidación de éstos, o simplemente se buscaba alejar una crisis bancaria. Sin embargo, sucedió todo lo contrario, en una escalada que devino en el rescate y desaparición de numerosas entidades.