Crisis bancaria
Una crisis bancaria es la situación en la que uno o varios bancos de un país o región sufren graves problemas de iliquidez o insolvencia al mismo tiempo.
Para poder entender el fenómeno de las crisis bancarias, es necesario comprender previamente la estructura del balance de un banco. Las características más relevantes en este sentido son:
- Alto nivel de apalancamiento: Los propietarios sólo ponen una pequeña proporción del dinero necesario para hacer funcionar el banco. El resto se financia a través de fondos ajenos.
- Descalce de plazos: Inversiones en el activo a largo plazo (préstamos, hipotecas, etc.) financiadas a corto plazo (depósitos a la vista, depósitos a plazo, préstamos a corto plazo, etc.)
Los dos problemas principales que caracterizan a una crisis bancaria son la insolvencia y la iliquidez. A pesar de que normalmente están altamente relacionados, conviene distinguirlos.
La insolvencia viene dada por el deterioro del valor de los activos del banco, de tal manera que le es imposible cumplir con sus obligaciones contractuales. En otras palabras, si las pérdidas sufridas por la entidad son superiores a los fondos propios de la misma, no va a poder devolver el dinero que le han dejado prestado sus acreedores. Esto puede ocurrir por varias razones. Las principales son las tasas de morosidad superiores a las esperadas y la disminución del valor de los otros activos de los que dispone el banco.
La crisis de liquidez se genera cuando los bancos se enfrentan a demasiados pasivos que vencen sin tener suficiente efectivo u otros activos líquidos para satisfacerlos. Esto puede suceder si muchos depositantes deciden retirar sus depósitos al mismo tiempo o si el banco no consigue refinanciar su deuda a corto plazo. En principio, se podría pensar que la iliquidez por si misma no debería llevar a un banco a la quiebra, puesto que, si la entidad es solvente, con un tipo de interés adecuado debería poder refinanciarse para hacer frente a los pagos.
En la realidad, ambos problemas suelen ir de la mano. La confianza es uno de pilares básicos de la banca de reserva fraccional, por lo que, muchas veces las crisis de liquidez vienen dadas por crisis de solvencia (realizadas o sospechadas). Es decir, cuando los depositantes o acreedores de una entidad sospechan que puede existir un problema de solvencia, tratarán de sacar el dinero que les han confiado lo antes posible para no sufrir ninguna pérdida. Si todos los individuos actúan de la misma manera, se creará una corrida bancaria y el banco podría quebrar. Por otro lado, también cabe la posibilidad de que ocurra lo contrario, es decir, como consecuencia de problemas de liquidez, que el banco se vea obligado a liquidar activos ilíquidos haciendo caer el precio de los mismos, finalmente pudiendo ocasionar la situación de insolvencia.
Causas de una crisis bancaria
Ya hemos visto cuales son las dos razones por las que se producen las crisis bancarias, pero, ¿Cómo llegamos a esta situación? No hay consenso entre los economistas sobre las conductas que explican el comienzo de estas crisis, por lo que vamos a exponer algunas de las teorías más aceptadas:
Macroeconómicas
Muchos consideran los factores macroeconómicos como la principal razón de una crisis bancaria. Esto se debe a que habitualmente los desencadenantes de las quiebras de los bancos suelen ser algún tipo de combinación de fenómenos macroeconómicos, tales como el inicio de una recesión, caídas del tipo de cambio, fuerte aumento de los tipos de interés, etc. Estos factores “macro” pueden ocasionar desplomes en el valor de los activos que ostentan los bancos, llevándolos a una posible situación de insolvencia. A eso tendríamos que sumarle las posibles retiradas masivas de depósitos ante la desconfianza de los ahorradores, aumentando el problema por el lado de la liquidez.
En principio, tanto los directivos como los reguladores y supervisores deberían tener en cuenta la posibilidad de que sucedan estos acontecimientos y preparar a las entidades para solventarlos. Sin embargo, en la realidad esto acaba siendo realmente complicado por dos razones. En primer lugar, la mayoría de eventos que ocurren en la economía, ni siguen una distribución normal, ni pueden determinarse completamente mediante información pasada, por lo que el uso de datos históricos para proteger a las entidades de eventos extremos no es del todo válido. Por otro lado, una excesiva protección ante este tipo de sucesos adversos podría reducir drásticamente la rentabilidad en los tiempos de bonanza, impacientando así a directivos y accionistas.
Microeconómicas
Las siguientes causas están enfocadas en dar sentido a los sucesos desde el análisis de las partes que interactúan en las entidades:
A) Regulación y supervisión
Para muchos economistas, la desregulación, acompañada de escasa supervisión puede tener consecuencias devastadoras para el sistema bancario. Está explicación entiende que, a falta de una regulación adecuada, los agentes económicos tienden comportarse de manera imprudente tomando riesgos exacerbados.
B) Normas Contables
Las normas contables rara vez son consideradas la causa única o principal de una crisis bancaria, sin embargo, sí que son muchas veces responsables de ocultar y atrasar los problemas tanto de solvencia como de liquidez en las entidades. Más concretamente, se le achaca responsabilidad en este sentido a la aceptación de nuevos estándares de contabilidad que abandonen el tradicional principio de prudencia sustituyéndolo por el principio de valor razonable en la estimación del valor de los activos del balance, particularmente en los activos financieros.
C) Interferencia gubernamental
En algunas ocasiones, los gobiernos han presionado a los bancos para realizar préstamos a ciertos clientes a tipos de interés preferenciales. Es por ello, que algunos ven este tipo de comportamientos como intensificadores o aceleradores de crisis bancarias.
D) Riesgo moral y privilegios de la banca
Otro de las posibles causas señaladas de una crisis bancaria reside en el comportamiento de los bancos como consecuencia de los privilegios que le otorga el estado. En primer lugar, gracias al banco central, los bancos se aseguran de que no se corte su flujo de refinanciación a corto plazo. Por otro lado, históricamente los gobiernos también han rescatado a los acreedores de las entidades con dinero público. Es por ello, que cuando existe una expectativa generalizada de que no se permitirá quebrar a ningún banco, o si el apoyo financiero en tiempos difíciles es demasiado fácil de conseguir tanto para los bancos como para sus depositantes, surge el llamado riesgo moral. El sistema de recompensas asimétrico que genera para los banqueros (si va bien gano mucho, si va mal no pierdo demasiado) puede incitar una toma excesiva de riesgos.
Estrategia y operaciones de la banca
En muchos casos, los problemas de los bancos pueden ser provocados por errores en su propia estrategia o por fallos operativos. Algunos de los fallos operativos más comunes son la mala evaluación de los créditos concedidos, una excesiva exposición a los tipos de interés o de cambio, concentración de préstamos y préstamos conexos, etc.
Fraude
El fraude también ha sido la causa de varias quiebras en grandes bancos, algunas de las cuales culminaron en serias crisis bancarias. El alto apalancamiento de los bancos implica que incluso los incidentes de fraude relativamente pequeños pueden causar situaciones de insolvencia. Algunos ejemplos famosos de comportamientos fraudulentos de la banca son Venezuela en 1994 y la República Dominicana en 2003.
Consecuencias de una crisis bancaria
La primera consecuencia de las crisis bancarias suele ser la contracción del crédito. Cuando los bancos carecen de liquidez para invertir, las empresas que dependen de esos préstamos sufren dificultades para obtener el capital necesario para ejecutar sus operaciones.
Esto hace que el sistema económico general se debilite, tanto a corto como a largo plazo. La caída de la liquidez e inversión aumenta el desempleo, reduce los ingresos fiscales del gobierno y reduce la confianza tanto de inversores como de consumidores (perjudicando los mercados de valores, lo que a su vez limita el acceso de las empresas al capital).
Por otro lado, las crisis bancarias a menudo también tienen importantes consecuencias para los ahorradores y contribuyentes de un país. Esto se debe a que las acciones gubernamentales que intentan salvar al sector financiero generalmente implican transferencias de riqueza de los contribuyentes a los bancos y de los ahorradores a los acreedores. Por ejemplo, las recapitalizaciones de bancos insolventes constituyen una transferencia de riqueza de los contribuyentes a los bancos, y el alivio generalizado de la deuda mediante la inflación o la devaluación de la moneda constituye una transferencia de los costes de la crisis a los acreedores nominales.