Tasa Tobin
La tasa Tobin es el nombre que coloquialmente se le ha otorgado al impuesto sobre determinadas transacciones financieras cuyo objetivo principal es encontrar un disuasorio del fenómeno especulativo.
Es un concepto desarrollado por el Nobel de economía estadounidense James Tobin. Tobin presentó en los años 70 este impuesto a través de su publicación «A proposal for international monetary reform en el Eastern Economic Journal». Básicamente, este concepto, cuyas raíces se fundamentaban en el keynesianismo, proponía gravar los flujos de capitales con un 0,5% y así desincentivar actitudes especulativas.
La tasa Tobin supone un concepto muy recurrente en la discusión económica actual. Pues, esta se ha convertido varias décadas después de su creación en una idea referente del movimiento antiglobalización en los últimos años.
Por medio del establecimiento de impuestos a las transacciones financieras los teóricos antiglobalización argumentan que se conseguiría una mejor, más justa y más eficiente distribución de la riqueza a nivel global. Antes de su muerte en 2002 el propio autor se desmarcó de esta postura justificándose como un firme defensor del libre comercio.
Beneficios de la aplicación de la tasa Tobin
Principales beneficios de la tasa Tobin:
- Mayor nivel de ingresos en manos de los gobiernos e instituciones económicas, que podrían destinarse a zonas menos desarrolladas.
- Colaboración de bancos y entidades financieras en la disminución de deudas de los países.
- Contribución a una mayor estabilidad del sistema financiero, traducible en mayor solidaridad hacia países pobres y la supervisión de organizaciones supranacionales supervisoras.
El autor norteamericano proponía imponer un impuesto a cada transacción u operación financiera que fuera más allá de fronteras nacionales y entre diferentes divisas o monedas, especialmente queriendo afectar a los flujos de capital en el corto plazo. De este modo trataba de impedir o dificultar que existiera un mayor lucro o beneficio por parte de aquellos que aprovechaban las fluctuaciones provocadas por los tipos de cambio.
Con las revisiones del modelo en los últimos tiempos, el concepto se ha ido ampliando a otros activos, como acciones, bonos o títulos de deuda.
Críticas a la tasa Tobin
Entre las principales críticas a la tasa Tobin se encuentran:
- Diferenciar entre movimientos de capitales especulativos y no especulativos no es tan fácil. Los especuladores pueden desarrollar mecanismos de evasión y transformación de sus capitales, como los paraísos fiscales.
- Si dicha tasa no es aplicada por la mayoría o totalidad de países no funciona. Pues los especuladores siempre encontrarían refugio para sus operaciones en alguna parte.
- En la lucha contra la pobreza, dicha medida sería insuficiente si se acompaña y se refuerza con otras medidas de desarrollo y crecimiento. Especialmente en las zonas más necesitadas del planeta.
- Podría llegar a desincentivar la inversión debido al aumento de tributos.
Cómo surgió la tasa Tobin
La tasa Tobin es la idea del economista James Tobin, premio Nobel de economía de 1981, que consistía en someter a un impuesto las transacciones financieras de divisas.
Que este economista propusiera el establecimiento de este gravamen tiene su razón de ser. Fue a principios de los años 70. Poco tiempo antes, el presidente de los EE.UU Richard Nixon había acabado con la paridad fija entre el dólar y el oro (Establecida en el Bretton Woods – 1944), propiciando la especulación con las fluctuaciones de los tipos de cambios.
Se trata de la hazaña de George Soros en septiembre de 1992, conocida como el Miércoles negro. Día en el que decidió ganarse el jornal convirtiendo 10.000 millones de libras esterlinas en marcos alemanes para volver a revenderlos una vez que la libra se hubiera depreciado. Porque al perder valor la libra, Soros pudo revender los marcos obteniendo más libras a cambio.
La devaluación de la libra se produjo como consecuencia de la operación de Soros, la cual motivo a más inversores a hacer lo mismo, y a la debilidad económica que atravesaba Inglaterra. Por lo que al Banco de Inglaterra no le quedó otra opción que depreciar su moneda en lugar de jugar con los tipos de interés (aumentándolos para hacer más atractiva la libra)
En conclusión, Tobin trataba con su tasa de poner trabas a la ganancia de dinero por el mero hecho de jugar con el cambio de una moneda a otra.
¿Qué quiere decir esto último? Para su explicación que mejor que recurrir a un caso real. Real a la par que extremo, pero que refleja muy bien lo que quería evitar Tobin en su momento con su tasa.