La salida a bolsa de Aramco supone el desembarco en los mercados de la empresa con mayores beneficios del mundo. Se trata de un coloso cuyo valor supera al de gigantes como Microsoft y Apple.
La compañía saudí Aramco es una poderosa petrolera estatal que produce alrededor del 10% del petróleo mundial. Su desembarco en bolsa supone un importante paso adelante en la historia de la compañía, todo ello sin olvidar que supone una más que llamativa opción de inversión. Prueba de ello es que agencias de calificación como Moody’s y Fitch la han valorado como la empresa con mayores ganancias a nivel mundial.
Planes para la salida a bolsa
La llegada de Aramco a los mercados comenzó hace unos tres años, cuando el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salmán hizo públicas sus intenciones de vender el 5% de la compañía. Siguiendo los pasos oportunos para salir a bolsa, Aramco recibió la aprobación de la Autoridad del Mercado de Capitales, que funciona como organismo regulador.
El primer paso para el desembarco de Aramco en la bolsa ya está dado. Así, la empresa comenzará su andadura en la bolsa de valores saudí de Tadawul. La posibilidad de adquirir acciones se llevará a cabo a través de una oferta pública de venta.
Pero, ¿quiénes podrán acudir a esta oferta pública para comprar acciones de Aramco? Pues bien, serán los propios saudíes quienes puedan adquirir acciones de la compañía, los fondos institucionales, los extranjeros que vivan en Arabia Saudí y los ciudadanos de los países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo.
Ahora bien, la salida a bolsa de Aramco en la bolsa de Tadawul solo es un primer paso, pues se prevé que, en una segunda fase, llegue a los mercados internacionales. Todo ello se plasmaría con su estreno en 2021 en las bolsas de Londres, Nueva York, Hong Kong y Tokio.
Fortalezas de la empresa y ventajas para los inversores
Desde luego, son numerosos los argumentos a favor para invertir en Aramco. Las cifras de la petrolera saudí hablan por sí mismas. Un valor bursátil de unos 1,8 billones de euros, cifra que supera el PIB de España, estimado en 1,2 billones de euros. También el beneficio neto, considerado el mayor del mundo (111.100 millones de dólares en 2018) es algo que anima a los inversores.
Pero si las espectaculares cifras de la petrolera no son suficientes, desde la propia compañía se han tomado una serie de medidas para atraer nuevos inversores.
Al tratarse de una empresa de titularidad pública, es lógico que muchos piensen que los dividendos sean acaparados en mayor medida por el Estado. Pues bien, en este caso, los inversores tendrán prioridad de cobro de dividendos frente al Estado. Es más, el Estado renunciará a una parte importante de los dividendos, que irán a parar a manos de los inversores privados. Todo ello se refleja en que la empresa petrolera garantiza dividendos a sus inversores por valor de 75.000 millones en 2020, sin dejar de lado los sustanciosos dividendos que podrían embolsarse vía dividendos extraordinarios.
Otra de las circunstancias que afectan al petróleo son las variaciones en los precios. Este es un elemento que preocupa a todo inversor. En este sentido, Aramco otorgará una serie de ventajas a sus primeros inversores, que podrán disfrutar de dividendos garantizados hasta el año 2024, todo ello sin importar las variaciones que se produzcan en el precio del petróleo.
Un aspecto que influye negativamente en la rentabilidad de toda empresa es el pago de impuestos. Por ello, se reducirán los impuestos que pague Aramco.
A diferencia de otras grandes compañías petrolíferas como Shell o ExxonMobbil, Aramco es una empresa de titularidad pública. Esto significa que, según le convenga a Aramco, se pueden hacer modificaciones en las reglas con mayor facilidad.
Riesgos
No obstante, toda inversión, incluso en una empresa como Aramco, tiene sus riesgos. En primer lugar, convendría que se detallase con mayor transparencia el tipo de relación que la empresa pública mantiene con el Estado.
Un segundo riesgo a valorar negativamente es el menguante interés a la hora de invertir en combustibles fósiles. Con desafíos como el calentamiento global, cada vez son más los inversores que se decantan por las energías renovables frente al petróleo.
Por último, es necesario tener en cuenta los riesgos estratégicos de la propia Aramco. Y es que, todo inversor sensato busca invertir en zonas geográficas no conflictivas. Recordemos que las refinerías de Aramco fueron atacadas con drones el pasado mes de septiembre, provocando una interrupción del 50% de su producción petrolífera. Ahora bien, conviene señalar que Aramco logró solventar rápidamente el problema y continuó prestando servicio a sus clientes.