Manifestaciones, transportistas cortando las carreteras y enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos tienen lugar en un Ecuador golpeado por una grave crisis. Las duras medidas de ajuste se encuentran en el origen de las protestas.
No parece muy alentador el panorama en Ecuador. El país, que pasa por un duro momento en lo económico y en lo político, está sufriendo el desabastecimiento y la escasez de ciertos productos de primera necesidad, todo ello mientras los precios de los transportes públicos aumentan.
En el centro de la polémica se sitúan una serie de medidas de austeridad exigidas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). La que peor ha sentado entre la población ecuatoriana es la eliminación de los subsidios a los combustibles. Y es que, durante 40 años, con la finalidad de mantener bajos los precios de los carburantes, el gobierno ha financiado el diésel y la gasolina.
Un déficit muy elevado
Para que el gobierno de Ecuador pueda acceder a la financiación del FMI por unos 4.200 millones de dólares, es necesario que previamente lleve a cabo una política de austeridad. Por ello, una vez más el FMI obliga a un país a llevar un importante plan de ajustes con el objetivo de corregir su elevado déficit público.
Pero, ¿cómo un país como Ecuador ha podido verse abocado a una vorágine de recortes? Para ello debemos remontarnos a su pasado más reciente. Así, entre los años 2007 y 2014, la economía de Ecuador marchaba viento en popa, con los precios de las materias primas aumentando. Al tiempo que esto sucedía, se producía un considerable incremento del gasto público, pasando de suponer el 25% del PIB en el año 2007 al 44% del PIB en 2014. Este aumento desmesurado del gasto público terminó por perjudicar gravemente a las cuentas públicas, lo que ocasionó que Ecuador registrase déficits del 7% en los años 2015 y 2016.
No sólo se trata de una cuestión de déficit público. También hay que observar qué ocurrió con la deuda pública. Y es que, Ecuador emitió bonos ofreciendo elevadísimos intereses de nada menos que el 10%.
Por estas razones el FMI exige una serie de ajustes a Ecuador. No obstante, hay quienes creen que una agenda de compromisos marcados por la austeridad puede terminar deprimiendo la economía ecuatoriana. Así, una política de ajustes podrían provocar una reducción de los salarios, el incremento del desempleo y, finalmente, provocar una depresión en la economía de Ecuador. Del mismo modo, si los reajustes surten efecto podrían salvar a la economía ecuatoriana de una situación aún peor.
Adiós a los subsidos a diésel y gasolina
Como anteriormente explicábamos, la medida que más indignación ha causado entre los ecuatorianos ha sido la eliminación de las ayudas financieras a los combustibles. Todo ello se traduce en un incremento de los precios del diésel y de la gasolina. Con los subsidios a los combustibles, la gasolina se situaba en los 1,85 dólares el galón, mientras que el diésel costaba 1,08 dólares el galón. Sin embargo, actualmente, el precio de la gasolina se encuentra en 2,30 dólares el galón por los 2,27 dólares que cuesta un galón de diésel. En otras palabras, el fin de los subsidios a los combustibles se está haciendo notar en los bolsillos de los ecuatorianos. Este incremento de los precios del petróleo terminaría desembocando en un aumento de la inflación que, por el momento, es del -0,1%.
Otra de las consecuencias que tiene el incremento del precio de los combustibles es que, al aumentar la inflación, esto también podría afectar a los precios de los productos básicos.
No cabe duda de que el petróleo tiene un gran peso en la economía de Ecuador, pues depende en buena medida de las exportaciones petrolíferas. En este sentido, Ecuador debe prestar especial atención a los recortes de la producción de petróleo, que podrían terminar perjudicándole notablemente.
¿En qué consiste «el paquetazo»?
No hay que olvidar que la eliminación de los subsidios a la gasolina y al diésel no es la única medida de ajuste que aborda el gobierno de Lenin Moreno. Así, el llamado “paquetazo” comprende una amplia batería de medidas de ajuste. Se trata de reducciones de salarios, reducción y supresión de aranceles, recortes de gasto público y también ciertas medidas de ayuda a los sectores más pobres de la población.
Una receta tradicional en los planes de ajuste consiste en la subida del IVA, sin embargo, contra todo pronóstico, el gobierno que encabeza Lenin Moreno ha decidido no tocar este impuesto.
He aquí en qué consiste el llamado “paquetazo”:
- Reducción salarial del 20% en los contratos de carácter temporal con las administraciones públicas.
- Las vacaciones de los trabajadores del sector público se reducirán de 30 días a 15 días.
- Un día de sueldo de los empleados públicos irá a parar a las arcas públicas.
- Reducción de los aranceles a la hora de adquirir maquinaria. Habrá supresión de aranceles para teléfonos móviles, ordenadores, tabletas y vehículos de un valor inferior a 32.000 dólares.
- Aquellas empresas cuyos ingresos sobrepasen los 10 millones de dólares tendrán la obligación de realizar contribuciones especiales al fisco.
Jose dice
FMI vampiro ambriador de pueblos y naciones con su paquetazo Neoliberal, nadie quiere ese fondo sirve para crear mas hambre y miserias.