Desde el año 2000, el producto interior bruto real (PIB real) de Colombia no ha parado de crecer. Así mismo, desde el año 2012 su crecimiento supera con creces al de la media de Sudamérica. Aunque aún queda mucho por hacer, Colombia se ha convertido en una de las economías más prometedoras de América Latina.
El mundo ha sufrido no pocos escollos financieros durante los últimos años. Desde que desembocara la crisis de 2008, las consecuencias se han contagiado al resto del mundo. Los economías emergentes se han visto forzadas a ralentizar su crecimiento.
Eso sí, a pesar de la ralentización del crecimiento económico, hay países que siguen trabajando para generar riqueza y mejorar el bienestar económico y social de su población. América del Sur es un vivo ejemplo de ello.
La cara y la cruz de Sudamérica
Sudamérica, en general, lo esta haciendo bien. Sin embargo, son sentimientos encontrados. Visiones contrapuestas. Resultados diferentes. Mientras países como Chile, Paraguay, Colombia, y Perú crecen a tasas cercanas al 4%, Venezuela decrece un 18%. Argentina, por su lado, se encuentra en un pozo sin salida y las previsiones no son buenas.
Los datos catastróficos de Venezuela y la corrupción en Argentina ponen en entredicho el crecimiento de Sudamérica. Los medios internacionales aprovechan cualquier momento para hacer mediático lo que no va bien. Al contrario, cuando algo destaca no tiene tanta repercusión.
En línea con este comentario está el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su último informe indica que los mercados emergentes —entre los que se encuentran los países de América Latina— siguen teniendo proyecciones favorables. A pesar eso sí, de que existen riesgos latentes que han ralentizado sus respectivos crecimientos.
Colombia, una economía esperanzadora
Colombia ha de mejorar en algunos aspectos. Sin embargo, los datos no dejan lugar a dudas. Colombia no ha tenido un solo año en negativo desde hace 18 años. Eso, solo es capaz de hacerlo un país que está haciendo bien las cosas.
La tasa de desempleo, se sitúa actualmente por debajo del 10%. Su reducción está siendo muy gradual pasando desde el 15,6% del año 2000 hasta su tasa más baja de los últimos años del 8,9% (2015). Aún lejos, eso sí del 4,9% de desempleo registrado en 1994.
Además, la inflación se ha reducido mucho durante los últimos años. Dejando así de mermar tanto el poder adquisitivo de los colombianos. Ver causas de la inflación
En cuanto a la deuda pública Colombia debe prestar atención. Tiene un crecimiento sostenido y necesita financiación para crecer. Sin embargo, no todo consiste en tener un crecimiento sostenido. El crecimiento sostenido debe ser también sostenible. Lo que se vuelve imposible si la deuda pública crece sin límite.
Por último, Colombia y América Latina en general, deben corregir las desigualdades latentes. Para hacer posible un crecimiento sostenible deben, entre otras cosas, garantizar la estabilidad macroeconómica. Otro punto a mejorar es la inversión en infraestructura (sobre todo en las regiones más pobres). Por último, no deben olvidar fomentar un entorno institucional que asegure la competencia y favorezca al comercio.