Al gravísimo problema de la hiperinflación venezolana se suma un nuevo problema. ¿Cómo pueden convertir las grandes cantidades de criptomonedas que han acumulado?
Las sanciones impuestas por Estados Unidos están haciendo mella en la economía de Venezuela. La imposibilidad de utilizar dólares en el mercado del petróleo mantiene en jaque a PDSVA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima), que es la compañía petrolífera estatal de Venezuela y la gran fuente de ingresos del país. La petrolera venezolana trata de burlar las sanciones y los controles, mientras el país que preside Nicolás Maduro continúa sumido en la hiperinflación, al tiempo que queda aislado del sistema financiero internacional. Operar con dólares en Venezuela se ha vuelto francamente complicado.
Venezuela, aislada del sistema financiero
PDSVA ha afrontado numerosos problemas a la hora de recibir sus cobros, pues los bancos no son partidarios de operar con una empresa sancionada. Un claro ejemplo es que la petrolera venezolana recibió sus últimos ingresos por ventas en yuanes chinos.
La inmediata consecuencia del bloqueo que sufre PDSVA ha sido un descomunal descenso de la producción, lo que ha causado estragos en la que es la primera fuente de ingresos en Venezuela. Para colmo de males, las reservas de divisas han ido disminuyendo con el paso de los años hasta situarse en una cifra inferior a los 8.000 millones de dólares.
Criptomonedas para eludir las sanciones
Tratando de buscar alternativas, las autoridades de Venezuela decidieron operar con criptomonedas. Así, encontramos que la principal criptomoneda del país es el bitcoin, con ethereum en segundo lugar. De este modo, la petrolera PDSVA, para esquivar las sanciones estadounidenses, ha estado operando con criptomonedas. Todo ello ha sido gracias a que las criptomonedas posibilitan un mayor anonimato y no requieren de intermediarios.
El problema al que se enfrenta Venezuela y su petrolera estatal es cómo convertir esas criptomonedas. Todo ello le llevaría a PDSVA a someterse a una serie de registros y controles, cosa que sería francamente compleja.
Por ello, la propuesta que se plantea es que el Banco Central de Venezuela se encargue de vender las criptomonedas y de atender los pagos de los acreedores de PDSVA. La razón de que se decida utilizar al Banco Central de Venezuela es que está más protegido que PDSVA frente a las posibles sanciones internacionales. En otras palabras, PDSVA busca un balón de oxígeno utilizando al Banco Central como intermediario en los pagos a sus proveedores.
Ethereum y el bitcoin no han sido las únicas monedas en la economía venezolana. El presidente Maduro propuso la creación de una criptomoneda nacional llamada Petro, que iría vinculada al valor del petróleo y estaría controlada por el Estado. El resultado fue un rotundo fiasco. La desconfianza en petro, así como las sanciones procedentes de Estados Unidos, terminaron por hacer que Venezuela se decantase por criptomonedas más convencionales como el bitcoin y ethereum.
Graves dificultades para vender las criptomonedas
Para poder convertir las grandes cantidades que PDSVA atesora en bitcoin y ethereum se hace necesario un banco que se ocupe de las ventas de las criptomonedas. El problema es que en el mercado del bitcoin no hay la liquidez suficiente y sería difícil convertir cantidades tan grandes. De hecho, la venta masiva de criptomonedas puede provocar un desplome en los precios.
También cabe plantearse la siguiente pregunta: ¿Qué banco querría lanzarse al mercado de las criptomonedas? Si una entidad bancaria decidiese tomar este camino, rápidamente, las autoridades pondrían el foco sobre ella, pues sospecharían que está tramando alguna maniobra de blanqueo de capitales. En conclusión, Venezuela no lo va a tener fácil para vender semejantes cantidades de cripotomonedas.
Mientras tanto, Venezuela trata de hacerse con dólares a la desesperada. El gobierno continúa sin lograr atajar la desbocada hiperinflación, la cantidad de divisas continúa disminuyendo rumbo a la escasez y el dinero en efectivo brilla por su ausencia. Así, en el día a día de los venezolanos encontramos que los pagos más cotidianos se realizan vía transferencia bancaria, a través de aplicaciones de teléfono móvil o en dólares estadounidenses. Incluso Rusia ha enviado cientos de millones de dólares a Venezuela para que el país pueda subsistir.