Cláusula techo
Una cláusula techo es el límite máximo en el tipo de interés a pagar en las cuotas de una hipoteca inmobiliaria. Es lo opuesto a la cláusula suelo.
Es decir, la cláusula techo es un tope para la tasa de interés aplicable en un crédito hipotecario.
En este punto, debemos recordar que se suele usar un índice de referencia, que puede ser el Euríbor o el Libor, para el cálculo del tipo de interés de las hipotecas. Aunque este índice superara el máximo establecido, la entidad bancaria no podría cobrar por encima de dicho límite (la cláusula techo).
Ejemplo de cláusula techo
Para entenderlo mejor veamos un ejemplo: Si el techo establecido es el 10% y el interés sube hasta el 15%, el banco cobrará la cuota hipotecaria al 10%. Así se asegura el comprador o hipotecado que no subirá nunca la cuota de un tanto por ciento sin importar el mercado.
Al contrario de lo que sucede con la cláusula suelo, este tipo de cláusula financiera utilizada por las entidades bancarias no ha generado tanta controversia por su declaración de no transparente y por tanto abusiva.
En España, por ejemplo, la cláusula suelo ha sido considerada abusiva cuando la misma no cumple con los estándares de transparencia. Es decir, cuando no se ha explicado con claridad al consumidor y ha consentido sin la información necesaria.
Esto significa que la cláusula techo podría llegar a considerarse una cláusula abusiva para los consumidores por los jueces si esta no se explica con la suficiente claridad y transparencia. Y la jurisprudencia ya tiene bastantes ejemplos de ello.
Esta cláusula techo afecta a las hipotecas contratadas a tipo de interés variable, dado que en las contratadas a tipo fijo el interés a lo largo de la vida del préstamo se mantendrá constante.
¿Por qué se fija una cláusula techo?
Las entidades crediticias pueden estipular esta cláusula por varios motivos:
- Aunque pueda parecer que este tipo de cláusula se estipula en favor del consumidor, cabe destacar que, si un préstamo hipotecario establece la cláusula techo, lo más probable es que obligue al consumidor a pactar la cláusula suelo. Esto significa que la entidad bancaria a través de esta cláusula establece la cláusula suelo que le beneficia salvaguardando sus propios intereses. Las entidades de crédito se protegen así de las posibles caídas de la parte variable del préstamo concedido. La cláusula suelo pretende evitar que los deudores paguen un interés muy bajo por su préstamo hipotecario. Incluso puede evitar que no lleguen a pagar interés por la misma.
- Tiene una finalidad de marketing hacia el consumidor. El consumidor al conocer este tipo de cláusula podría apreciar que la entidad bancaria está siendo benévola con los intereses de su préstamo no permitiendo que pague una cantidad desorbitada. Pero la realidad es que el banco fija un techo tan alto que nunca se puede superar.
- Otro motivo que utiliza el banco es solo establecer este tipo de cláusula en la ejecución hipotecaria y no durante toda la vida del préstamo. Es decir, que esta cláusula sólo actuará cuando se debe cumplir con la garantía hipotecaria.