Empresa mixta
Una empresa mixta es aquella que no es privada ni pública por completo. Así, parte de su financiación lo aporta el Estado.
Un negocio de empresa mixta lo encontramos en Ecuador en el sector petrolero, durante el gobierno de Rafael Correa. Al no tener el país una infraestructura ni maquinaria propia, y sin poder desarrollar capital intelectual para realizar las operaciones y su mantenimiento, se cede la explotación del crudo a empresas chinas.
El gobierno ecuatoriano tan solo contabiliza la producción de barriles de petróleo y por ello cobra una cuota acordada con las empresas chinas. En definitiva, en este negocio transfronterizo, intervienen el sector público y el sector privado.
¿Cómo gobernar una empresa mixta?
Las empresas mixtas no son fácilmente gobernables, ya que contraponen intereses públicos, como pueden ser elementos sociales y derechos fundamentales, con intereses privados, como son la maximización de beneficios de la empresa.
Por lo anterior, es necesaria la instrumentación jurídica de la empresa mixta o joint venture, a través de convenios de asociación o contratos satélites, estatutos bien definidos, pactos esenciales en materia de capital y aportación, órganos de dirección, reglas y normas de gestión y organización, política financiera, transferencia de tecnología, aparición de órganos de arbitraje y derecho aplicable, etc.
Es decir, es de necesaria importancia la existencia de un marco regulador donde se puedan apoyar los órganos de gobierno de la empresa mixta, con la finalidad de mejorar la eficiencia de esta y solucionar posibles conflictos de interés que puedan surgir, tanto en el ámbito público como en el ámbito privado.