Estabilidad de precios
La estabilidad de precios es aquella situación en la que los precios se mantienen o crecen a un determinado nivel considerado como adecuado durante cierto tiempo.
La estabilidad de precios permite relajar las políticas monetarias de control de la inflación y la expansión del crédito, con la finalidad de que exista más dinero en circulación y la economía pueda funcionar mejor y se cree empleo a un ritmo más elevado. El control de la inflación se hace necesario para los Bancos Centrales ya que puede provocar una subida de los tipos de interés nominales aumentado el coste de oportunidad de tener dinero.
¿Por qué los bancos centrales quieren un nivel de inflación moderado?
Tanto la inflación como la deflación, si se producen en exceso, son negativas. Es con ese objetivo que los bancos centrales tratan de que los precios se mantengan estables. O dicho de otro modo, persiguen la estabilidad de precios.
Si se produce inflación en una cuantía excesiva, lo que ocurre es que los productos son cada vez más caros. Cuando esto sucede, a menos que nuestro salario aumente también, podríamos perder poder adquisitivo. Ya que si nuestro salario se mantiene y los precios suben podemos comprar menos cosas. Además, esto no penaliza solo de manera inmediata sino también a medio y largo plazo. Si decidimos ahorrar 100 dólares hoy, puede que dentro de 10 años, si la inflación es fuerte, esos 100 dólares no nos sirvan ni para comprar productos que hoy son muy baratos.
Por su parte, la deflación tampoco es deseable. Al menos en términos agregados. En teoría, la bajada de precios es positiva si ocurre acorde con una mejora de la tecnología. Por ejemplo, una nueva investigación permite producir cristales a muy bajo coste. Sin duda, el precio del cristal caerá en picado y esto es muy positivo. El problema es cuando los precios caen por insuficiencia de demanda. Es decir, cuando la gente no tiene dinero para comprar. Esto, podría ocurrir en entornos de crisis.
Adicionalmente existe otra explicación no comprobada empíricamente pero que citan los bancos centrales. Esta explicación está basada en que los consumidores, si saben que mañana algo estará más barato (deflación), esperaran a comprarlo mañana y así sucesivamente. Esto hace caer los precios en picado y con ello la actividad. Lo que olvidan los bancos centrales es que existen determinados productos en los que no tiene sentido esperar. Y, por otro lado, es que el coste de oportunidad de no tener un producto, a veces no compensa con la bajada de precio que este tendrá. Por ejemplo, puede que un coche esté 5.000 euros más barato dentro de 3 años, claro que no podremos utilizarlo durante 3 años.
Ejemplo de estabilidad de precios.
Por ejemplo, supongamos una persona que tiene un salario mensual de 1.400 euros netos, con los que compra un número determinado de bienes y servicios para su consumo. Se dice que el nivel general de los precios es estable si durante los próximos años esta persona puede comprar el mismo conjunto (o parecido) de bienes y servicios con el mismo salario.