Gary Becker
Gary Becker fue un economista estadounidense nacido en 1930. Becker se hizo célebre por abordar la economía desde una perspectiva sociológica, analizando para ello elementos como la familia, la discriminación racial, la delincuencia y el capital humano.
A diferencia de los economistas tradicionales, Becker pensaba que la economía no era un asunto de frías cifras manejadas por grandes economistas. Becker defendía la economía como una herramienta para dar respuesta a los problemas humanos.
El modo en que abordaba el estudio de los problemas sociales le convirtió en un pionero, pues se servía de la sociología para explicar la economía.
Si bien comenzó a estudiar en la Universidad de Princeton, terminó doctorándose en Economía por la Universidad de Chicago en 1955. Economista y profesor universitario, destaca por sus obras Economía de la discriminación, El capital humano y El tratado sobre la familia.
En 1992 fue galardonado con el prestigioso Premio Nobel de Economía por su trabajo sobre la relación que existía entre los comportamientos humanos y la economía.
Economía y discriminación para Gary Becker
Uno de los campos más destacados del trabajo de Becker es el análisis de la discriminación. Sostenía Becker que debido a la discriminación se producían distorsiones que alteraban el funcionamiento del mercado. Así, frente a las distorsiones causadas por la discriminación, Becker abogaba por la competencia.
Otro elemento que también contribuiría a reducir la discriminación era una mayor inversión en gasto educativo. Y es que, sus análisis sociológicos confirmaron que allí donde el gasto en educación era más reducido, la discriminación estaba más acentuada.
Consideraba Becker la discriminación no solo un mal para la sociedad, sino también para la economía. Allí donde se produzcan discriminaciones contra una minoría, el coste de las transacciones será superior.
Igualmente, Becker expuso que las empresas eran capaces de dejar a un lado la discriminación, siendo capaces de remunerar por igual a sus empleados sin importar su raza o sexo. En este sentido, Becker argumentaba que todos los trabajadores, más allá de sus características identitarias, podían alcanzar niveles similares de productividad.
Relación entre la economía y el crimen
Becker también es conocido por su estudio sobre la economía del crimen. Así, Becker comenzó sus trabajos realizando un análisis sobre los beneficios y costes que tendría estacionar un automóvil en un lugar restringido, pero bien ubicado. Curiosamente, este estudio le llevó a concluir que era preferible aparcar en un sitio restringido y, por tanto, cometer una ilegalidad.
Gracias a este caso particular, Becker pudo extrapolar sus investigaciones al mundo de la delincuencia, abordando cuestiones como las multas y los costes del mantenimiento de la seguridad y de las fuerzas del orden.
Otro análisis llevado a cabo por Gary Becker fue el caso de los robos en los supermercados. Resultó que las superficies comerciales como los supermercados operaban con márgenes muy estrechos, por lo que les compensaba cargar con las pérdidas de los robos en lugar de dedicar unos gastos a seguridad que serían muy superiores a las pérdidas causadas por los hurtos.
Mercado de órganos según Gary Becker
Uno de los grandes problemas sociales ha sido la escasez de órganos para realizar trasplantes. Al respecto, Becker se pronunció señalando que un mercado libre de órganos podría ser la solución a esta cuestión.
Gracias a este estudio, llegó a calcular el precio que podrían llegar a alcanzar los órganos en un hipotético libre mercado. Pero también concluyó que la existencia de un mercado de órganos para el trasplante podría estallar peligrosamente en los países menos desarrollados.
Capital humano y familias
Becker fue un economista caracterizado por considerar el capital humano un factor determinante en la economía. De hecho, sostuvo que la inversión para mejorar el capital humano se traduce en un gran progreso a nivel social. Además, señaló la puntualidad como sinónimo de eficiencia.
Por el contrario, según Becker, hay circunstancias que influyen negativamente en la productividad, como ocurre en el caso del alcoholismo.
Dentro de su análisis social de la economía, estudió el impacto de la fertilidad, la seguridad social y los matrimonios. Por otra parte, también tuvo en cuenta la distribución del tiempo familiar en la economía. Un claro ejemplo son los costes de oportunidad de la crianza de los hijos.
En lo que se refiere al matrimonio, valoró la influencia de los sueldos de los cónyuges y las diferencias salariales en el hogar.