Posición

Una posición es la decisión compradora o vendedora a la que puede optar un individuo o empresa dentro del mercado bursátil. Puede ser corta o larga atendiendo a la previsión de riesgos que exista en el mercado.

En el ámbito financiero y de especulación de precios, todo aquel que participe en la compra y venta de productos financieros tiene la posibilidad de posicionarse. De este modo, y teniendo en cuenta una serie de variables, este puede optar por una posición corta o una posición larga.

Este tipo de comportamiento económico se da en mercados de todo tipo de productos o derivados financieros (futuros, opciones, swaps, acciones de empresas) y en divisas. El posicionamiento dependerá de si se compra un activo financiero o si se vende teniendo en cuenta una determinada fecha de vencimiento.

En un esquema básico, podría definirse que dentro de una transacción con un producto financiero como protagonista, existe una relación entre la posición en largo (la parte compradora) y la posición en corto (la parte vendedora).

Ya se encuentre un inversor en la parte corta o larga, en todo momento su ganancia estará estrictamente relacionada con el comportamiento que experimente el precio del subyacente. Es decir, cómo se comporte el activo financiero del que estemos hablando.

También es habitual que un inversor tome simultáneamente ambas posiciones dependiendo de la gestión de cartera que quiera desarrollar y los mercados en los que esté participando.

Elección de una posición por parte de un individuo o empresa

Aquellas personas o sociedades inversoras que deciden entrar en un determinado mercado financiero optan por tomar una posición. Lo más habitual es que esta elección se realice tras una evaluación de los distintos riesgos existentes, con el objetivo de conseguir mayor nivel de beneficios con la inversión.

Se entiende que posicionarse en corto es propio de aquellos inversores que estiman una depreciación futura del bien al que se dirigen. Es decir, se busca una rentabilidad en el corto plazo. Alternativamente suele entenderse que posicionarse en largo es habitual en aquellos inversores que consideran que existirá una revalorización futura del bien.

Normalmente se considera que una posición corta es más arriesgada. Sin embargo, el acierto en las previsiones y la diferencia entre los precios del subyacente en los momentos de adquisición y posterior venta determinarán el beneficio alcanzado por el inversor.

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Javier Sánchez Galán , 12 de octubre, 2018
Posición. Economipedia.com