Resiliencia organizacional
La resiliencia organizacional es la capacidad con la que cuenta una organización para afrontar escenarios complejos y desfavorables, y adaptarse a los cambios que estas situaciones requieren.
La resiliencia organizacional es un concepto que nace de adaptar el término resiliencia al mundo de la economía y la empresa. Así pues, la resiliencia, en psicología, es la capacidad con la que cuenta un individuo para superar situaciones traumáticas. De la misma forma, adaptando el término al mundo de la empresa, la resiliencia organizacional es la capacidad con la que cuenta una empresa para superar situaciones difíciles, desfavorables, que requieran de una adaptación por parte de la compañía para lograr sus objetivos, de una forma u otra.
Los expertos en disciplinas como la Economía de la empresa suelen hacer referencia a que vivimos en un mundo cada vez más complejo y cambiante. En este sentido, las empresas, ante este nuevo escenario, deben ser ágiles para adaptarse a este escenario tan volátil y no quedarse atrás. Por esta razón, estos mismos expertos suelen decir que las empresas deben trabajar por mejorar su capacidad de adaptación, una capacidad a la que estos, con el paso del tiempo, han denominado como «resiliencia organizacional».
Esta resiliencia, como sabemos, se incrementa en tanto crecen nuestros recursos y nuestras fortalezas, o se reducen nuestras obligaciones y debilidades. Por tanto, debemos ser conscientes de que la resiliencia vendrá motivada por diversos factores a tener en cuenta, como es la solvencia de la compañía, la capacidad de adaptar sus estructuras en situaciones de crisis, así como otros factores que inciden directamente en la firma.
No es lo mismo una compañía con una estructura dinámica, de 50 personas, sin deuda y con recursos para aguantar meses sin operar a pleno rendimiento, que una firma que, por el contrario, tenga una estructura muy fija, de 1.500 empleados, con volúmenes elevados de deuda, y sin liquidez para seguir su actividad sin recibir ingresos.
Características de la resiliencia organizacional
Una vez que conocemos el término, veamos sus principales características para afianzar el conocimiento:
- Es una capacidad, o una habilidad.
- Hace referencia a las empresas, y la capacidad o habilidad de estas.
- Es la adaptación del término resiliencia al mundo de la empresa.
- Se refiere a la capacidad con la que cuenta una empresa para adaptarse a escenarios desfavorables o complejos.
- Debido a que el entorno es cada vez más cambiante, hablamos de un concepto que ha ganado relevancia con el paso del tiempo.
- Esta resiliencia está condicionada por una serie de factores a tener en cuenta.
- De la misma forma, alterando estos factores, podemos trabajar para aumentar esta resiliencia.
- La capacidad de una empresa para superar una crisis, por ejemplo, es la resiliencia organizacional.
Factores que influyen en la resiliencia organizacional
Como sabemos, hay factores que condicionan esta resiliencia. Así pues, debemos saber que estos factores pueden ser psicológicos, como puede ser el hecho de contar con un líder motivador, o podrían ser materiales, como es contar con recursos para hacer frente a una crisis. Por esta razón, es conveniente resaltar que, aunque a continuación se expongan algunos, existen muchos factores que influyen en esta resiliencia.
Entre los factores que influyen en esta capacidad de las empresas para hacer frente a escenarios complejos, conviene resaltar los siguientes:
- Estructura.
- Plantillas.
- Salarios.
- Recursos.
- Obligaciones.
- Endeudamiento.
- Calidad crediticia.
- Talento humano.
- Buen trabajo en equipo.
- Inteligencia.
- Formación del personal.
- Capacidad resolutiva.
Importancia de trabajar la resiliencia
Dado que existe una serie de factores que condicionan la resiliencia organizacional, debemos saber que, alterando estos factores, la resiliencia, de la misma forma, se verá alterada.
Por esta razón, es conveniente resaltar que la resiliencia puede, y debe, trabajarse. En este sentido, las empresas tienen que centrarse en hacerse resistentes y capaces de adaptarse a cualquier situación. Además, en un mundo cada vez más dinámico, es imprescindible que las empresas se adapten cada vez más rápido a los escenarios que se presentan.
Así pues, si trabajamos en controlar nuestra deuda, en controlar los recursos y garantizar un fondo de maniobra para escenarios adversos; si nos esforzamos en seleccionar al equipo humano adecuado, y encima le dotamos de formación para que sean más capaces; si, en resumen, nos centramos en corregir los desequilibrios que presenta la compañía y, por ende, incrementar nuestras fortalezas, esta resiliencia, con el paso del tiempo, será cada vez mayor.
Teniendo en cuenta los factores previamente citados, es conveniente aclarar que son estos mismos factores, así como muchos otros, los que debemos trabajar para mejorar esta resiliencia.
Lo contrario a la resiliencia, la vulnerabilidad
Como sabemos, aquella empresa que no presenta resiliencia organizacional presenta, por ende, vulnerabilidad. En este sentido, la resiliencia, como decíamos, es la capacidad con la que cuenta una empresa para adaptarse a escenarios o situaciones desfavorables.
Sin embargo, si esta empresa no cuenta con esa habilidad, o esa capacidad de adaptación, esta empresa es más vulnerable. Por esta razón, reducir la vulnerabilidad y los desequilibrios es lo mismo que trabajar la resiliencia, pues justamente hablamos de dos conceptos opuestos.
Ejemplo de resiliencia organizacional
Para terminar, veamos un ejemplo sencillo de lo que sería una empresa resiliente y lo que no.
Imaginemos que tenemos una empresa digital, con una estructura de reducidos costes fijos, una plantilla de 25 trabajadores que pueden operar independientemente desde donde se encuentren, así como una liquidez, por haber ahorrado en momentos de bonanza. Esto nos permite mantener los costes sin recibir ingresos durante un año.
Todos estos factores, en un escenario en el que se desata una pandemia, y no podemos operar, permiten a la empresa adaptarse al nuevo escenario y continuar con su actividad. La escasez de debilidades hace que esta empresa sea muy resistente, y pueda adaptarse al nuevo entorno con facilidad.
Imaginemos, por el contrario, que tenemos la misma empresa, pero, en lugar de tener todo digitalizado, contamos con una central de operaciones fija en un polígono industrial, donde trabajan 150 empleados. Además del coste que suponen los 150 trabajadores, ese centro de trabajo presenta un coste mensual. Esto nos obliga a mantener unos ingresos fijos para financiarlo. Y a todo esto, supongamos que debemos sumar el hecho de que la empresa presenta un elevado endeudamiento.