Riesgo de auditoría
El riesgo de auditoría es el cúmulo de causas organizacionales, tanto externas como internas, que dificultan la labor del auditor. A menudo, no permite la consecución de mejoras y la detección de posibles irregularidades.
Dentro de la evaluación minuciosa y exhaustiva que conlleva el proceso, el riesgo de auditoría abarca la mala praxis del profesional auditor en la dificultad que pueda encontrar este para la realización correcta de su labor.
Este tipo de riesgos es común a la gran variedad de modalidades auditoras existentes en el ámbito económico y organizacional, debido a que en su mayoría comparten una metodología de análisis similar.
La consecuencia principal que surge de la mano de este riesgo es la no consecución de la imagen fiel de la empresa analizada, así como la incapacidad de realizar mejoras o el desarrollo de nuevas ventajas.
Al mismo tiempo, los riesgos de auditoría pueden incluso facilitar en numerosas ocasiones efectos perjudiciales. Ejemplos de ellos sería la no detección de fraudes o anomalías de todo tipo.
Causas del riesgo de auditoría
En cualquiera de sus vertientes prácticas, la actividad de un auditor se basa en la evaluación al detalle de una empresa o institución, con el objetivo de detectar las debilidades o fortalezas con las que cuente.
No obstante, en ocasiones dicho estudio se ve alterado o perjudicado por una serie de causas a destacar:
- Deficiente aplicación de metodologías: Existe la posibilidad de que el análisis del auditor no se realice conforme a los mecanismos habituales y estandarizados. El ejercicio no ordenado y poco reglado de una auditoría abre la puerta a posibles anomalías en la observación.
- Incapacidad del auditor: Para su labor, el auditor debe contar con una formación académica y profesional específica. Es por ello que, habitualmente, en esta profesión existen planes de carrera y jerarquías que reflejan la capacidad del profesional.
- Escasez u opacidad informativa: La organización analizada debe poner a disposición del auditor todos sus recursos y datos para un correcto proceso. El incumplimiento de este punto es una de las razones principales de la aparición de riesgos en auditoría.
- Lectura errónea de datos: El auditor debe ser capaz de observar la realidad de la empresa dados los datos de la misma. Un incorrecto análisis de los mismos y de la situación coyuntural y de la compañía en su entorno, o sector, causará trastornos en la elaboración de conclusiones finales.
- Cambios regulatorios: En ocasiones, las leyes que rigen los distintos sectores económicos y los territorios sufren cambios que afectan directamente a las sociedades analizadas. Dicha adaptabilidad debe ser medida y comprobada.
- Externalización: Si bien existen modalidades de auditoría interna y auditoría externa, existen ocasiones en las que aparecen conflictos de intereses. Este hecho supone la necesidad de profesionales no vinculados con la compañía.
Tipos de riesgo de auditoría destacados
Como consecuencia de incidencias o problemas surgidos en la actividad auditora, los objetivos primordiales de la misma pueden verse alterados.
Una vez descritas las causas de riesgo, desde el punto de vista del auditor es posible señalar algunos riesgos más habituales y que afectan a los profesionales de la auditoría en mayor medida:
- Mala planificación previa: Como se indicó anteriormente, el auditor debe plantear un proceso estandarizado de estudio y avanzar en sus distintas etapas. Las mismas abarcan un periodo de tiempo determinado con su correspondiente plazo límite.
- Investigación incompleta o imperfecta: La mala interpretación de la información económica, como los estados financieros, por ejemplo, así como una mala comunicación con el personal de la organización dificulta la labor auditora y debe evitarse por parte del profesional.
- Falta de verificación y control: La adaptación a las distintas regulaciones debe ser exhaustiva, por lo que el conocimiento legal y regulatorio del auditor debe ser total a la hora de adecuar los datos y características de la empresa evaluada.
- Fallos comunicativos: El auditor debe comunicar fielmente sus conclusiones finales a través de un informe de auditoría detallado y pormenorizado. Si dicho informe no traslada la realidad o no es útil para la empresa u órganos supervisores, la auditoría no sería válida o eficaz.