Seguro hipotecario
Cuando hablamos de seguro hipotecario, debemos saber que hablamos de diversos tipos de seguros, atendiendo al país al que hagamos referencia. Mientras que en Estados Unidos se trata de un seguro que ampara al prestamista ante el impago, en Hispanoamérica se trata de un seguro que, en caso de fallecimiento del prestatario, garantiza el pago íntegro de la deuda.
Es decir, en ambos casos, hablamos de un seguro que está relacionado con una hipoteca y la compra de una vivienda. Este seguro cubre la deuda contraída por un prestatario que, de no poder satisfacerla, será devuelta gracias a estos seguros.
Sin embargo, atendiendo al espacio geográfico en el que nos encontremos, no debemos confundir los términos.
Seguro hipotecario en Estados Unidos
En otras palabras, en el caso de Estados Unidos, el seguro hipotecario, sin importar qué tipo, protege al prestamista en el caso de que el prestatario se atrase en sus pagos.
Por lo tanto, hablamos de un seguro muy similar al seguro de crédito, pues su funcionamiento permite cubrir los riesgos que conlleva que el prestatario se declare insolvente.
Normalmente, los prestatarios que hacen un pago inicial por debajo del 20% del precio de compra de la vivienda, deben pagar el seguro hipotecario.
De esta forma, el banco puede contar con ese seguro hipotecario que le garantiza el cobro, aunque el cliente se declare insolvente. Además, gracias a este tipo de seguros, muchos ciudadanos con escasos recursos pueden calificar para un préstamo que, de otro modo, no podrían obtener.
Una vez que se haya pagado una parte del préstamo, el prestatario podría ser elegible para cancelar su seguro hipotecario. Si pudiera cancelarlo, este no tendría que pagar el costo mensual.
Seguro de vida hipotecario
Sin embargo, teniendo en cuenta que generalmente hablamos para Hispanoamérica, el seguro hipotecario funciona como una herramienta que cubre ciertos riesgos. En este caso, este seguro se contrata cuando contraemos una deuda. De esta forma, si nos ocurre algo y, desgraciadamente, fallecemos, el seguro se hará responsable de la deuda cubierta; no dejando deudas a familiares y terceros.
Este tipo de seguros se pueden contratar cuando firmamos cualquier tipo de préstamo, pero es con una hipoteca, debido al capital que contempla el contrato, cuando es más frecuente que los deudores lo contraten.
De hecho, en algunos países este seguro es obligatorio por ley. Mientras que en aquellos en los que el seguro hipotecario no es obligatorio, es el banco el que tratará de aplicar penalizaciones, en caso de no contratarlo, o bonificaciones, si se optara por adquirir la póliza. Todas estas medidas están enfocadas en forzar la contratación de estos seguros.
Es el caso de España, por ley no es obligatorio, pero como indica el propio Banco de España, en la práctica esto es distinto; como comentábamos anteriormente. En este caso, las declaraciones del banco central avisan de que, si solicitamos una hipoteca, es frecuente que el banco ponga como condición la contratación de algún seguro. Si este seguro se contrata, será la entidad bancaria la que reducirá el diferencial del tipo de interés, por lo que puede resultar interesante.
¿Qué cubre el seguro hipotecario?
Por tanto, ante esta pregunta, la respuesta es bien sencilla. Si hemos leído con detenimiento el artículo, rápidamente nos habremos dado cuenta de que este seguro, en esencia, cubre al prestamista del impago por parte del prestatario.
En el primer caso (Estados Unidos), el seguro actúa como aval para que el prestatario pueda tener acceso al crédito, así como garantizar su solvencia, al menos, en la etapa inicial del préstamo, que es cuando se pagan los intereses de acuerdo con el sistema de amortización francés.
En el segundo caso (Hispanoamérica), el seguro cubre la deuda de igual forma, pero en este caso lo hace contemplando el riesgo de que el prestatario puede fallecer, no pudiendo reclamar la deuda a terceros o a familiares. Para ello, el seguro hipotecario o seguro de vida hipotecario se encarga de cubrir el importe pendiente de devolver, liquidando todas las deudas contraídas por el prestatario y liberando a los familiares de cargas.
Sin embargo, ambas pólizas cubren y garantizan, en esencia, la devolución del préstamo. Obviamente, existen servicios añadidos que, por un pequeño plus, podrán contratarse.
¿Es obligatorio contratar un seguro hipotecario?
Así, la última pregunta que debemos responder, y que es muy importante, es la que nos ocupa en este apartado. A esta pregunta debemos responder con un «depende».
En el primer caso, en el seguro hipotecario estadounidense, contratar este seguro es obligatorio si se desea acceder al préstamo. Como hemos explicado, estos seguros están enfocados a personas con difícil acceso al crédito, por lo que aportar este seguro como aval es un requisito que, de no hacerlo, le impedirá contraer la deuda y acceder a la vivienda. Con todo, y con el paso del tiempo y tras haber devuelto una parte del principal, el prestatario puede dejar de pagar el seguro.
En el segundo caso, dependiendo de la legislación, puede ser que sea obligatorio o no. Con todo, y como hemos comentado, en los casos en los que no lo es, el propio banco, o la propia entidad de crédito, será la que te recomiende adquirir dicho seguro, a la vez que te comentará las ventajas de hacerlo y las desventajas de no hacerlo. Pues, en la mayoría de los casos, dicho seguro condiciona en última instancia, las condiciones del contrato en lo relativo a tipo de interés, entre otros costes.
Por tanto, siendo obligatorio o no siéndolo, casi siempre nos interesa hacerlo. Ya no solo por las bonificaciones que nos aplican, sino por la responsabilidad de no dejar ninguna deuda a terceros en caso de fallecer.