Tipos de seguros
Los tipos de seguros son las distintas modalidades que puede presentar un seguro. Estos se diferencian por los riesgos que cubre la póliza, pudiendo ser un vehículo, una vivienda o una transacción comercial, por ejemplo.
La necesidad de que existan múltiples tipos de seguros responde a la gran cantidad de riesgos existentes en nuestro día a día.
Es por esto que tanto personas físicas como jurídicas deciden acometer la contratación de seguros como herramienta de protección ante todo tipo de causas de riesgo.
Si bien existen tantas posibilidades como bienes se encuentran en la realidad, la mayoría de coberturas puede clasificarse en dos tipos de seguros principales: seguros de protección personal y seguros contra daños patrimoniales.
Otro ejemplo de grupo de seguros destacado es el seguro por prestación de servicios.
Seguros de protección personal
Los creados para satisfacer la protección de la integridad física o las condiciones sanitarias de un individuo conforman este tipo de seguro.
Esta modalidad busca defender los intereses de las personas ante posibles casos de daños causados por accidente o que agravan la salud.
También existen seguros para casos de enfermedades permanentes o de larga duración. De hecho, es necesario destacar el caso de los seguros de vida, los cuales ejemplifican la protección total en ese sentido.
Si bien todo individuo es susceptible de contratar una póliza de seguro de este tipo, estos están más extendidos en grupos sociales de altas rentas.
Otro ejemplo es la cobertura médica ante posibles lesiones por parte de profesionales del deporte.
Seguros contra daños patrimoniales
En este otro grupo de tipos de seguros, encontramos gran variedad de coberturas debido a la gran heterogeneidad de los bienes que existen.
En esa línea, los seguros de protección contra daños se dirigen a ofrecer seguridad ante posibles incidencias o daños ocasionados en automóviles, elementos artísticos, sustracciones de joyas u obras de arte, por ejemplo.
Del mismo modo, es habitual la existencia de seguros ante la posibilidad de que se produzcan daños en inmuebles, o ante catástrofes naturales que pueda sufrir un determinado terreno de cultivo.
En muchas ocasiones, la adopción o contratación de coberturas de esta naturaleza es obligatoria por ley. Esto sucede en el caso de vehículos a motor, o en casos de posesión de armas de fuego, por citar dos ejemplos.
Seguros de protección de servicios
Este conjunto abarcaría aquellas pólizas dirigidas a dar cobertura a gran número de trabajos realizados o servicios.
Por ejemplo, profesionales de mantenimiento de un hogar, como los fontaneros, cuentan con este tipo de pólizas. Ello, de cara a realizar sus labores en condiciones de protección.
Siguiendo esa línea, se incluyen dentro de esta tipología los seguros sociales por desempeño de todo tipo de profesiones.
Seguros ante extravíos de mercancías, de defensa en materia jurídica o los de responsabilidad civil serían también considerados como pertenecientes a este grupo.
Otra visión de los tipos de seguros
Por otra parte, es posible delimitar las distintas modalidades aseguradoras en términos de grado de protección.
Es decir, todo seguro puede cubrir daños hasta distintos niveles. De ahí que existan posibilidades de cobertura de daños a terceros, todo riesgo o hasta una determinada cifra de franquicia.
Por otro lado, existen distintos tipos de seguro, también, en función del número de contingencias que puedan abarcar.
Por ello, es habitual contratar seguros específicos para un solo tipo de daño (como uno dirigido a la protección de daños para una motocicleta), o para varios simultáneamente (el ejemplo más destacado sería una póliza multirriesgo para una vivienda).