Estados Unidos goza de una buena salud económica y Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, el organismo encargado de la política monetaria norteamericana, se despide con una subida de los tipos de interés. Así pues, los tipos quedarán en una banda que los sitúa entre el 1,25% y el 1,5%.
Parece ser que la economía de Estados Unidos marcha viento en popa. La primera potencia mundial atraviesa un momento dulce en el que la economía crece de manera moderada pero firme. La propia Yellen reconoce que el mercado laboral estadounidense se ha fortalecido.
Buenas perspectivas económicas
Se temía que los desastres naturales podían causar graves perjuicios en la economía de los Estados Unidos. Generalmente, las catástrofes naturales causan contracción en la actividad económica. Las infraestructuras quedan destruidas, las instalaciones de las empresas son arrasadas, los trabajadores pierden sus empleos y la actividad económica sufre un fuerte retroceso.
Pero Estados Unidos se ha sobrepuesto a la devastación de los huracanes y camina en la senda del crecimiento económico moderado. Prueba de la buena marcha de la economía estadounidense es una baja tasa de desempleo (4,1%) y un crecimiento en el último trimestre del 3,3%. Y es que desde el año 2000, Estados Unidos no tenía una tasa de desempleo tan baja.
Por otro lado, las previsiones de crecimiento se ubican en torno al 2,5% tanto para 2017 como para 2018, al tiempo que se prevé que el nivel de desempleo siga reduciéndose. Este optimismo también parece deberse a las bajadas de impuestos aprobadas por Donald Trump. Ya en nuestro artículo “Trump hace historia bajando impuestos” desgranábamos la reforma fiscal del presidente estadounidense. El mandatario estadounidense cree que su importante recorte fiscal estimulará la economía norteamericana, pero Yellen ha querido rebajar las expectativas. Bien es cierto que al disminuir los impuestos sobre las empresas y los ciudadanos, éstos, disponen de mayor capacidad para realizar inversiones y gastar, pero también se produce una importante caída en los ingresos públicos.
Política de endurecimiento monetario
Pues bien, el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), que depende de la Reserva Federal, ha decidido subir los tipos de interés a una franja ubicada entre el 1,25% y el 1,5%. Con esta medida, se busca apoyar la buena marcha del mercado laboral y regresar a un nivel de inflación situado en el 2%.
Pese a la oposición de los del gobernadores de Mineápolis, Neel Kashkari, y de Charles Evans, de Chicago, la decisión de incrementar el precio del dinero es un triunfo para la Reserva Federal, que busca proseguir con un endurecimiento progresivo de la política monetaria. Ahora bien, la presidenta de la Reserva Federal y su equipo, argumentan que aunque actualmente la inflación sea baja, creen que solo se trata de un episodio transitorio.
Por lo anteriormente expuesto, se prevén otras tres subidas de los tipos de interés para el año 2018. A estas subidas de 2018 se añadirán otros tres incrementos en 2019. Es por ello que los mercados y los analistas no estaban preocupados por la última subida de tipos de interés, sino por los futuros incrementos del precio del dinero.
En los mercados temen las subidas reiteradas de tipos de interés, pues la Bolsa termina resultando una opción menos atractiva para los inversores, que se decantarán por la inversiones en renta fija y depósitos bancarios, ya que ofrecen rentabilidad y seguridad. Y es que la subida de los tipos de interés encarecerá la financiación de las empresas, disminuyendo la rentabilidad de las empresas.
En resumen, el quebradero de cabeza no es la subida en sí de los tipos de interés, sino enfrentarse a unos elevados tipos de interés. De ahí que los inversores sientan intranquilidad por los planes a largo plazo de la Reserva Federal.
Como anunciábamos en nuestro artículo “El gobernador Powell será el encargado de sustituir a Janet Yellen en la FED”, Jerome Powell, será el nuevo presidente de la Reserva Federal y por tanto el guardián de la política monetaria de los Estados Unidos. Se espera que Powell siga una línea continuista con las medidas aplicadas por Yellen.