La metodología a seguir cuando se analizan oportunidades de inversión para incorporar acciones en nuestra cartera marcarán la evolución de ésta. Aunque no por ello, los vaivenes del mercado pueden afectar a la valoración y rentabilidad diaria, pero si seguimos unos sencillos pasos podremos minimizar el riesgo y alcanzar nuestros objetivos de inversión.
Los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta para comprar acciones son:
1. Tiempo
Dentro del universo de inversión en el que tenemos un número determinado de acciones (por ejemplo cualquier índice bursátil: Ibex 35, Eurostoxx 50, Nasdaq 100, IPC) o por ejemplo por Sectores dentro de ese universo de inversión, tendremos una serie de acciones que deberemos poner una nota en función de nuestras preferencias temporales de inversión.
Si nuestros objetivos son mantener la acción en un horizonte temporal determinado, entonces iremos poniendo una nota (por ejemplo del 1 al 5), siendo el 5 la máxima puntuación que le daremos a cada una de las acciones que tienen rendimiento esperado durante ese horizonte temporal acorde con nuestros objetivos.
El rendimiento esperado puede ser medido con series históricas (recuerde que deberemos obtenerlos de los precios diarios y ahí obtener la variación porcentual), también pueden ser medidos por la rentabilidad por dividendo. En este punto, hay que estudiar y analizar el contexto económico donde se encuentra la empresa, hay sectores (por ejemplo el bancario en Europa) donde puede que el Banco en cuestión pague un buen dividendo pero se preveen unos mayores requerimientos de capital y es posible que en el futuro no puedan seguir sosteniendo a esa base de inversores por que tengan que reducir el dividendo.
2. Seguridad
Dentro de este punto, destacamos la combinación entre fuerza financiera y la volatilidad (riesgo) de la misma. En función del tipo de inversor y nuestra capacidad para soportar vaivenes del mercado, escogeremos acciones con una volatilidad determinada.
Para ello, seguiremos el mismo procedimiento que en el Tiempo, pero en este caso daremos una nota del 1 a las acciones con mayor riesgo (desfavorables para nuestro perfil inversor) y un 5 a las acciones más favorables a nuestro perfil, y que cumplan con nuestros objetivos.
Cabe destacar que nuestros objetivos (que pueden variar para cada inversor) son uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir una acción. En este caso, imaginemos que queremos invertir con un año de horizonte temporal para pagar los estudios de nuestro hijo, o comprar un determinado artículo, y hemos elegido una acción con mucha volatilidad, entonces llegado el momento puede ser que estemos perdiendo dinero por un determinado movimiento del mercado, y por lo tanto que no hayamos cumplido nuestros objetivos.
Como recomendación, independientemente del perfil inversor (aun los más agresivos) , todas aquellas acciones con una puntuación de 4 o 5, no deberíamos incorporarlas a nuestra cartera por seguridad.
3. Potencial
En este punto, es importante comparar el potencial de la empresa con un horizonte temporal determinado con el benchmark (elegir el benchmark correctamente, si estamos valorando una acción que cotiza en la bolsa de Nueva York, no podremos elegir de benchmark el Eurostoxx, si no el S&P 500). Para ello, deberemos hacer una media del valor más alto y el más bajo del horizonte temporal tanto de la empresa como del benchmark.
4. Consistencia
Para ello analizaremos los ratios anuales que muestran información sobre cambios en los ingresos, beneficio neto, flujos de caja, en los últimos años y también las proyecciones de los años futuros (suelen ser entre tres y cinco años). Analizando los estados financieros, sabremos cómo ha crecido en los últimos años y si las estimaciones de crecimiento son buenas.
En este punto, sabremos la consistencia de los resultados, o en su defecto si tienen una gran variación en el tiempo.
Para establecer si el crecimiento de una empresa es fuerte, normalmente deberá presentar crecimientos de por lo menos un 10% al año, entonces deberíamos pensar en comprar esta acción. Por otro lado, si el ratio de crecimiento también ha sido consistente sin grandes variaciones será una razón más para comprar la acción e incorporarla a nuestra cartera, aun sin que el ratio supere el 10%.
5. Análisis
Es importante antes de comprar una acción, conocer la situación del sector. Para ello no debemos olvidar que existen muchos analistas que proveen al mercado de informes de análisis que nos ayudan a ponernos en situación, comentando los factores más importantes que afectan a una determinada industria, de eventos que pueden afectar negativa y positivamente al valor de la acción, beneficios o la proyección de ganancias de la industria.
6. Diversificación
Este punto será importante si tenemos más de una acción en nuestra cartera. La teoría recomienda tener un mínimo de 5 acciones con una correlación baja (menor a 0.5) para que la diversificación haga su efecto y el conjunto de las acciones en nuestra cartera tengan un riesgo menor que el riesgo que tienen cada una de ellas por separado.
Para ello debemos evitar comprar acciones de los mismos sectores o industrias, siguiendo con el ejemplo de la banca no deberíamos tener en nuestra cartera acciones de dos bancos (por ejemplo BBVA y Banco Santander).