La deuda en Argentina es ya un problema de gran envergadura para el país. Tras siglos de historia, el nivel de endeudamiento en el país se ha hecho insostenible, como indicó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Argentina sigue en su incapacidad de solventar los grandes problemas económicos que, como país, está atravesando. Los grandes problemas que sacuden al país en materia de deuda están sacudiendo a la economía argentina, la cual se enfrenta, nuevamente, a un problema de gran envergadura y del que llevan años sin salir. Y es que, ya desde el rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI), tras la solicitud de Macri para sanear las cuentas públicas, el Gobierno argentino sabía que, tarde o temprano, debía enfrentarse a una reestructuración de sus cuentas y su deuda.
La deuda en Argentina representa uno de los principales problemas a los que se han tenido que enfrentar los sucesivos gobiernos que han liderado el país. La “pesada herencia”, como hacen referencia los distintos gobiernos a la deuda cuando entran al poder, sigue siendo el principal obstáculo con el que los distintos gobernantes se han tenido que enfrentar. Un obstáculo que, de una forma u otra, ha supuesto una gran limitación para la actuación gubernamental, dados los niveles de endeudamiento.
La deuda en Argentina ya supera los 300.000 millones de dólares. Un inmenso nivel de deuda que sitúa al país como el país de América Latina con mayores niveles de endeudamiento. Y es que, hablamos de un nivel de deuda que ya roza el 98% del producto interior bruto (PIB), tras los sucesivos incrementos que han ido agravando la situación de la deuda en el país de forma exponencial. Un problema que lleva arrastrando el país desde hace años y que, de acuerdo con el FMI, ya no puede postergarse nuevamente.
¿Buscas un bróker de confianza?
Invierta en acciones, opciones, futuros, divisas, bonos y fondos de todo el mundo desde una sola plataforma unificada. Negocie acciones y opciones de EE. UU. las 24 horas del día.
De acuerdo con el organismo, la deuda en el país, su nivel de endeudamiento, ya no es sostenible. Por ello, desde el controvertido organismo se han mostrado tajantes sobre este asunto. Argentina debe realizar una quita con sus acreedores y poner fin a los incrementos en el nivel de su deuda. El país debe abonar sus compromisos en materia de deuda, pero la capacidad del mismo para el pago muestra una imposibilidad. Ante esto, el organismo ha actuado con firmeza, apostando por una “renegociación definitiva”, dada la insostenibilidad de la situación financiera en el país.
Una pesada herencia
Como lo definen los distintos gobiernos que han sucediendo el poder en Argentina, la deuda pública se convirtió, como decíamos, en uno de los grandes problemas con los que han tenido que ir enfrentándose los distintos gobiernos. Y es que el problema no viene por el rescate que precisó el Gobierno de Mauricio Macri, sino que ya en el siglo XIX, Argentina comenzó a gestar un problema que, a día de hoy, se ha convertido en el principal mal al que se enfrenta su economía.
Desde el año 1826, Argentina —en aquel entonces con Bernardino Rivadavia como ministro de economía— solicitó, sin denominarse, incluso, Argentina, su primer préstamo en divisa extranjera. Un préstamo por valor de 1 millón de libras a una compañía británica (Baring Brothers & Co), a la que el país tardó cerca de un siglo en poder pagarle. Una deuda que, como digo, se saldó tras un siglo de nuevos endeudamientos, y con una quita del 50% en la deuda a los británicos.
Y es que, con el paso de los años, los distintos gobiernos que iban pasando por el país seguían engordando una deuda que pasaría del millón de libras que se solicitó al país anglosajón, a los 38 millones de libras, que acumularía el país durante el año 1880, tras las distintas solicitudes de deuda a franceses y germanos. Pero la espiral creciente de la deuda argentina no terminaría ahí, pues durante los comienzos del siglo XX, la deuda argentina ya rozaba los 80 millones de libras, tras seguir incrementando su endeudamiento con el paso de los años.
Un siglo de endeudamiento
El siglo XX, para Argentina, no solo comenzaba con un alto nivel de endeudamiento, tras acumular una deuda cercana a los 80 millones de libras. Sino que, durante este siglo, la deuda no dejaría de crecer y multiplicarse de forma exponencial, alcanzado niveles nunca vistos para la economía argentina. Unos niveles que, con el paso de los años, han llevado al país a situarse como la economía latinoamericana con mayor nivel de endeudamiento.
Tras el ingreso del país en el Fondo Monetario Internacional, durante el 1950, los militares que se encontraban en el gobierno multiplicaron el nivel de la deuda argentina por 18 veces. Y es que, pese a haber reducido el nivel de endeudamiento hasta los 57 millones de dólares, durante el gobierno de los militares, Argentina incrementó su deuda hasta situarla en niveles cercanos a los 1.000 millones de dólares. Hablamos de un crecimiento que, como se puede observar, es inmensamente exponencial.
Pero, nuevamente, los problemas no quedaron ahí. Durante los años 60 y 70, con el regreso de los militares al poder, la economía argentina volvió a vivir un nuevo periodo de severo endeudamiento. Para hacernos una idea, hablamos de que la economía argentina, en solo dos décadas, multiplicó su nivel de deuda por 40. Es decir, en 20 años, la economía argentina pasó de presentar unos niveles de deuda “moderados”, a presentar una deuda que, a principios de los años 80, se situaban en los 44.000 millones de dólares. Un nivel de deuda que acabó provocando un gran Default, arrastrando al país a un colapso económico durante el año 89.
Durante los años 90, con el colapso y la llegada de los peronistas al poder, los niveles de deuda no solo no se moderaron, sino que siguieron incrementándose. La historia sin fin de la deuda en Argentina llevó al país a, con el fin de contener la hiperinflación que vivía el país, fijar la paridad de su divisa con el dólar, así como triplicar sus niveles de deuda, situándolos en los 150.000 millones de dólares. En cuestión de años, Argentina volvió a triplicar su deuda, la cual le llevaría a un nuevo colapso en el 2002. Un colapso conocido como “el gran default”.
Una deuda insostenible
Tras un siglo XX de gran endeudamiento, como hemos visto, el siglo XXI no supuso un gran cambio para la economía de Argentina. Hablamos de que, durante la etapa de Kirchner, la deuda en Argentina pasó de 180.000 millones de dólares a 240.000 millones de dólares. Unos niveles de endeudamiento que, aunque en términos reales y en relación al PIB, se redujeron notablemente, pero que seguían aumentando el peso de una imparable deuda que seguía en auge.
Y es que, con la llegada de Mauricio Macri al poder, el rescate que solicitó al FMI situó la deuda argentina en los 320.000 millones de dólares, alzando así la deuda del país hasta su pico máximo. Una deuda que ya superaba al 90% del PIB y que situaba a la economía de Argentina en una situación muy complicada en materia de endeudamiento, así como limitada ante la incapacidad de poder asumir más deuda, así como hacer frente a sus acreedores de los endeudamientos pasados.
Esto provocó que el Fondo Monetario Internacional, ante la situación que atravesaba el país en estos años pasados, tuviese que intervenir, buscando una solución para solventar lo que sería la deuda más elevada de todo el continente latinoamericano. Una situación en la que se ha metido de lleno, ya en nuestro presente, el FMI. El organismo multilateral, ante la insostenibilidad de la deuda, ha mediado en buscar soluciones para sacar al país de un problema que, en estos momentos, no podría agravarse más.
Entre las medidas adoptadas, el organismo ha impulsado una quita con los acreedores privados, ya que, aunque la voluntad de Argentina sea devolver la deuda y hacerle frente a esta, la capacidad de pago del país está severamente limitada, incapacitando al país para hacer frente a tan tremenda situación. La situación que atraviesa Argentina, con un PIB en recesión, ha provocado que la incapacidad de hacer frente a los niveles de deuda se agraven, provocando la necesidad de una renegociación como única salida.
Una renegociación que se encuentra en marcha, con la presencia del FMI para conversar con los tenedores de deuda argentina y poder llegar a acuerdos de quita que permitan hacer más sostenibles los niveles de endeudamiento en el país. Unos niveles de endeudamiento que están asfixiando a su economía, provocando una situación bastante complicada para un país que, como vemos, se le están agotando todas las vías para salir del gran atolladero en el que “la pesada herencia” les ha metido de lleno.